domingo, 20 de mayo de 2018

Avance. Región redujo en 10,3% la prevalencia de ese mal en niños de hasta 35 meses. La gobernadora Yamila Osorio dice que su fórmula combina mayor monitoreo, mejor coordinación y más agentes comunitarios. La ONU premiará su estrategia.
Por : Fernando Leyton 
Diario La República.- En su primer año como gobernadora regional de Arequipa, Yamila Osorio encontró que las cifras de prevalencia de anemia se estaban incrementando. En 2015, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes), el 42% de los niños menores de 35 meses tenía dicha enfermedad. En 2016, la cifra creció hasta 44.5%. “Eso me marcó una alerta en rojo, ¿qué está pasando?”, se preguntó la funcionaria.


El análisis de la Gerencia Regional de Salud, plasmado en su informe de gestión, reveló que los problemas eran diversos: desde dificultades para realizar el diagnóstico, pasando por trabajadores poco comprometidos y falta de coordinación, hasta un plan nacional no adecuado para la realidad regional.
Para Ismael Cornejo Roselló, director ejecutivo de Salud de las Personas, no ceñirse estrictamente a ese documento fue clave para conseguir resultados. La medición de 2017, también según la Endes, mostró que Arequipa no solo había conseguido detener el avance de la anemia, sino que logró reducirla de 44,5% a 34,2%, es decir, 10,3 puntos porcentuales en un año.

De acuerdo con Osorio, en el plan nacional contra la anemia se exigían “puros formalismos”. Por ello, desde el gobierno regional se decidió aplicar otras estrategias que aumenten la efectividad de las políticas sin necesidad de mayor presupuesto. La gobernadora divide la fórmula en tres elementos: monitoreo, articulación y diálogo.

Diálogo y monitoreo

La Gerencia de Salud, como ente rector a nivel regional, lideró las reuniones de coordinación con las 47 microrredes de Salud. “Escuchamos cuáles son sus dificultades y cómo podemos superarlas, pero sobre la base de los mismos recursos con los que contamos”, asegura Osorio.

Cornejo la respalda. “Nosotros solo escuchamos. No aumentamos ni una enfermera, obstetra o digitador para este trabajo. Se contó con su compromiso. La propuesta fue bien recibida porque la gente no solo quiere trabajar bajo órdenes, sino también participar y saber que está haciendo algo que está funcionando”, asegura.
Este estrecho nivel de comunicación permitió mejorar el monitoreode niños en la edad de riesgo. En 2016 se realizaron 18 mil visitas domiciliaras para detección y control de la anemia. En 2017 se incrementaron a 26 mil. Este trabajo se complementó con la participación de los agentes comunitarios, encargados del seguimiento en zonas alejadas.

También se incrementaron el número de sesiones demostrativas de alimentación contra la anemia. El año pasado, el 93% de los establecimientos de salud de Arequipa realizaron estas charlas para los padres de familia, lo que permitió incrementar 10 veces el consumo de sulfato ferroso en gotas.

Estas sesiones, adaptadas a las particularidades de cada zona, lograron también que las familias o comunidades desarrollen sus propias comidas contra la anemia. “Hace poco estuvimos en Islay, donde las madres crearon una torreja de hígado con ingredientes que la hacen una receta única, que no lo manda el Estado”, cuenta Cornejo.
Durante estas jornadas, además, se hizo mucho énfasis en la necesidad de cuidar la alimentación entre los seis y 12 meses, edad en que muchas madres reemplazan la leche materna por lecha de vaca o sus derivados. Roselló explica que su consumo genera diarreas o hemorragias intestinales internas, muchas veces imperceptibles, de modo que los bebés pierden el hierro que consumen.
Otra estrategia fue articular los programas sociales con objetivos afines, como Cuna Más, Qali Warma y Juntos. Los representantes técnicos de estos programas participan del equipo técnico multisectorial contra la anemia, que reúne a las gerencias regionales de Salud, Educación, Desarrollo e Inclusión Social, Agricultura, Saneamiento, entre otras.

Reto pendiente

Al 2021, la región Arequipa espera reducir la anemia hasta 19% en niños menores de 35 meses, pero se enfrenta todavía a varios problemas que amenazan dicha meta. Uno de ellos, según Yamila Osorio, es la falta de compromiso de la mayoría de alcaldes.
"Necesitamos mayor compromiso de gobiernos locales. No todos se compran el pleito. Ellos son actores estratégicos, sobre todo en pueblos alejados. En algunos casos es mínima la participación", asegura la funcionaria. Se calcula que no más del 10% de las autoridades distritales asiste a las sesiones de trabajo y, sin su apoyo, la anemia no podrá ser vencida por completo.

En cifras

44,4% es la prevalencia de anemia en niños menores de 35 meses a nivel nacional
44,5% era la prevalencia de anemia infantil en 2012, es decir, se redujo solo en 0.1 puntos.
52,6% de los niños menores de tres años tiene anemia en las zonas rurales del país.

ONU reconoce la experiencia arequipeña

Mañana lunes, el Programa Mundial de Alimentos de la ONUentregará un reconocimiento al Gobierno Regional de Arequipa por sus resultados en la reducción de la anemia en niños. El caso ya se considera una experiencia de éxito. "Es importante visibilizar estos logros para fomentar esa suerte de competencia sana entre gobiernos regionales", asegura Yamila Osorio.
La gobernadora recordó que la anemia, debido a que no tiene síntomas, actúa como un "enemigo silencioso". Los especialistas explican que los niños anémicos tienen bajo rendimiento escolar, además de débil capacidad de atención, concentración, comprensión e interpretación. Esta condición suele frustrar las posibilidades de desarrollo del menor.
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