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Donar
leche materna puede salvar vidas, pues es un acto solidario de vital
importancia para bebés prematuros o enfermos cuyas madres no pueden
amamantarlos.
Salud en Casa.- En el marco del Día Mundial de la Donación de Leche Materna, Genfar hace un llamado urgente a visibilizar un acto generoso que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para cientos de recién nacidos. Donar leche no solo es un gesto solidario, también es una intervención clave en salud pública, especialmente para los bebés prematuros o con enfermedades graves.
En contextos hospitalarios, especialmente en unidades
neonatales, la leche humana donada se convierte en un recurso vital: fortalece
el sistema inmune, protege contra infecciones respiratorias y
gastrointestinales, y favorece el desarrollo neurológico. Este alimento
esencial se destina principalmente a:
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Bebés prematuros o con bajo peso al nacer
(menos de 2.500 gramos).
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Recién nacidos con sepsis neonatal,
deficiencias inmunológicas o diarreas recurrentes.
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Bebés hospitalizados menores de seis meses
que requieren lactancia exclusiva y no pueden ser amamantados por sus madres.
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Bebés cuyas madres enfrentan condiciones
médicas como VIH, consumo de sustancias psicoactivas o que han fallecido
durante el parto.
La leche donada no solo previene enfermedades inmediatas,
sino que también ayuda a reducir riesgos a largo plazo como obesidad, diabetes
y otras enfermedades crónicas. Además, crea un vínculo emocional fundamental
para los bebés que no pueden ser alimentados por sus propias madres.
Además del impacto en salud, la lactancia exclusiva
representa un ahorro significativo en costos médicos. Estudios publicados por
The Lancet indican que un bebé alimentado con leche materna puede ahorrar en
promedio 300 dólares al año en atención médica, al reducir el riesgo de
enfermedades comunes.
“Muchas
madres no saben que pueden donar mientras amamantan a sus propios hijos. Ser
mamá de uno, pero alimentar a dos, es una de las formas más poderosas de
compartir salud. Una sola donación puede salvar una vida”, explica
la doctora Alexandra Vega, gerente médica y de farmacovigilancia de Genfar.
Mitos más comunes sobre la donación de leche materna
Aunque la evidencia científica respalda ampliamente la
seguridad y los beneficios de donar leche, persisten algunos mitos que limitan
este acto solidario. Aquí desmentimos los más frecuentes:
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“Si dono,
me quedaré sin leche para mi bebé.”
Falso. Donar estimula la producción. El
cuerpo produce leche en función de la demanda.
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“Mi leche
solo sirve en los primeros días.”
Falso. La
leche cambia con el tiempo, pero siempre mantiene propiedades inmunológicas y
nutricionales valiosas.
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“Donar es
complicado o poco higiénico.”
Falso.
Los bancos de leche brindan orientación clara y protocolos seguros para extraer
y conservar la leche en casa.
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“No tengo
una dieta perfecta, así que mi leche no sirve.”
Falso. La
mayoría de las madres están en condiciones de donar. Los bancos hacen una
valoración médica previa.
¿Cómo se
puede donar?
La doctora Vega recuerda que la donación de leche humana
es un proceso voluntario, seguro y acompañado por profesionales. Las madres
interesadas pueden comunicarse con el banco de leche humana más cercano, donde
recibirán asesoría sobre cómo extraer la leche en casa, almacenarla en frascos
de vidrio esterilizados y conservarla adecuadamente para su posterior traslado.
Una vez en el banco, la leche se pasteuriza y analiza para garantizar su
seguridad antes de ser entregada a los bebés que la necesitan.
La
importancia de la salud mental materna
Amamantar y donar no deben ser responsabilidades
individuales. La salud mental materna, especialmente durante el posparto, es
crucial para sostener la lactancia. La ansiedad, la depresión y las exigencias
sociales afectan el bienestar de las madres y, con ello, su capacidad para
alimentar o donar.
Es clave que existan redes de apoyo reales: parejas,
familias, amigos y empleadores tienen un rol activo. Validar emociones, ofrecer
ayuda concreta y promover entornos libres de juicio son formas efectivas de
acompañar.
Asimismo, las empresas deben implementar políticas de
apoyo como; salas de lactancia adecuadas, horarios flexibles para madres
lactantes, licencias adecuadas de maternidad y paternidad y espacios laborales
donde las madres se sientan escuchadas y respaldadas.
Donar leche es un acto de amor, pero también es un acto
colectivo. Implica tiempo, energía y condiciones físicas y emocionales
adecuadas. Por eso, este llamado no es solo para las madres: es para toda la
sociedad.
Si alguna mujer está interesada, o si conoce a alguien
que desee iniciar el proceso de donación, puede contactarse a:
Línea Banco de Leche: (51) 1-328-1370
WhatsApp: 980 594 542
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