Salud en Casa.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo 2 de cada 5 escuelas (39%) en el mundo brindan educación sobre la salud menstrual, aunque esta cifra mejora ligeramente en el nivel secundario. Como resultado, millones de niñas y adolescentes transitan su primera menstruación desde el desconocimiento.
Hablar sobre la regla con niñas y niños pequeños fortalece la confianza, acompaña su crecimiento y cultiva una actitud natural frente al desarrollo. En este proceso, el rol de las madres y padres es clave, y su presencia contribuye al bienestar emocional, derriba estigmas y promueve la equidad de género desde edades tempranas.
Para la ginecóloga Diana Álvarez, “la educación menstrual no es solo un tema de salud, sino de derechos. Explicar a tiempo y con palabras claras qué es el ciclo menstrual ayuda a generar seguridad, y fomenta una relación positiva con el cuerpo, que nos permite, en consecuencia, cuidarlo. Además, es importante que los niños también escuchen y comprendan la fase menstrual, para que crezcan con respeto y empatía”.
Ladysoft, marca de cuidado femenino de Softys, sabe que una comunidad segura para niñas y mujeres -donde la única regla es el apoyo mutuo-, es posible desde una crianza consciente, que fomente el respeto de las diferencias y reconozca la diversidad. Con información clara y conversaciones cotidianas, es posible crear espacios donde niñas, niños y adolescentes se desarrollen con autonomía y generen vínculos sanos con los demás.
En el marco del Día del Niño, la especialista y Ladysoft comparten seis ideas sencillas para conversar sobre la menstruación:
- Llamar a la menstruación por su nombre
Frases como “está en sus días”, “se enfermó” o “se hizo señorita” pueden causar confusión. Decirle “menstruación”, “regla” o “periodo” ayuda a normalizar el tema. La claridad permite comprender que es un proceso natural. - Escuchar con empatía
Antes de hablar, es importante preguntarles qué conocen o han oído sobre la menstruación. Muchas veces ya tienen ideas previas, que puedes ayudarles a desmitificar en caso fuesen equivocadas. Estas instancias de confianza entre padres e hijas, además, abren el espacio para comunicar oportunamente molestias o anomalías durante su periodo, que puedan atender con un especialista. - Usar ejemplos cercanos
Relacionar el ciclo menstrual con funciones del cuerpo, -como crecer o sudar-, ayuda a entenderlo sin estereotipos. Para las niñas, conocer su ciclo les permite vivir la menarquia con más confianza y naturalidad. - Enseñar el uso de la toalla higiénica y hábitos de cuidado íntimo
Mostrar cómo se coloca una toalla higiénica y hablar sobre su cambio regular, adecuado desecho, higiene íntima y lavado de manos. Estos pasos, refuerzan el autocuidado y la seguridad. - Fomentar la empatía y no la burla
Es clave enseñar que los cambios del cuerpo no deben causar vergüenza ni burlas. Estos mensajes refuerzan la empatía desde la infancia, traducido en el apoyo hacia amigas o hermanas que se encuentren en la fase menstrual y se sientan inseguras. - Incluir a todos en la conversación
La menstruación no es solo un tema “de niñas”. Incluir a niños y adultos en el diálogo rompe tabúes y construye comunidades más respetuosas e igualitarias.
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