Se estima que el 31.6% de los casos de cáncer de mama en el mundo corresponden al subtipo HER2. En Perú, el acceso al tratamiento en estadíos tempranos sigue siendo una excepción.
Salud en Casa.- El cáncer de mama HER2-positivo representa uno de los subtipos más agresivos de esta enfermedad. Está caracterizado por la sobreexpresión del gen HER2, que acelera la multiplicación celular y favorece la aparición y crecimiento del tumor. Aunque en las últimas décadas el desarrollo de terapias dirigidas ha mejorado significativamente su pronóstico, estos avances no han llegado con equidad a todas las regiones.
Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en el mundo, con más de 2,3 millones de nuevos casos y cerca de 685 mil muertes cada año. Se estima que entre el 15 % y el 20 % de estos diagnósticos corresponden al subtipo HER2-positivo, lo que subraya su importancia clínica y de salud pública.
Gracias a la innovación médica, hoy existen terapias que permiten prácticamente curar la enfermedad si se diagnostica en estadíos tempranos; y en estadíos avanzados, estas terapias han permitido cronificar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las pacientes. Sin embargo, acceder a un diagnóstico molecular y a un tratamiento adecuado no es una realidad para todos. En muchos países de América Latina, incluida el Perú, estas diferencias siguen marcando una línea crítica entre el tratamiento oportuno y el avance irreversible de la enfermedad.
En el Perú, el cáncer de mama es la principal causa oncológica en mujeres. Según GLOBOCAN 2022, se reportaron 7 797 nuevos casos y 1 951 muertes por esta enfermedad. De acuerdo con el estudio PEGEN-BC, realizado en pacientes atendidas en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), el 31,6 % de los casos correspondió al subtipo HER2, a pesar de que existen tratamientos aprobados en el país, el acceso aún no es equitativo.
Para la Dra. Sandy Carmona, médica oncóloga, el enfoque hacia subtipos como el HER2-positivo requiere mejoras específicas y sostenidas. “El cáncer HER2-positivo ha dejado de ser una enfermedad sin opciones. Hoy sabemos que, con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado y oportuno, es posible controlar su progresión y ofrecer calidad de vida a las pacientes”, afirma. “Pero para lograrlo, debemos fortalecer todos los eslabones del proceso de atención, incorporando opciones subcutáneas que hoy representan una alternativa con alto impacto en la gestión de servicios oncológicos, reduciendo significativamente los tiempos de administración, liberando sillones de quimioterapia y facilitando el cumplimiento de los intervalos entre ciclos, algo crucial para la efectividad terapéutica”.
La especialista señala que hay aspectos clave por atender: “Es fundamental asegurar la subtipificación molecular desde el diagnóstico, contar con el equipamiento necesario para la estadificación de la enfermedad, y reducir las demoras administrativas para el inicio de la terapia dirigida. En muchos casos, estamos hablando de semanas que pueden cambiar el curso de la enfermedad”.
Aunque la Ley Nacional del Cáncer ha sido un avance importante para garantizar el derecho a la atención integral, su implementación efectiva aún enfrenta desafíos cuando se trata de subtipos específicos como el HER2-positivo. Incorporar protocolos diferenciados y mecanismos ágiles que aseguren el acceso temprano a terapias innovadoras es esencial para reducir las brechas actuales y mejorar los resultados en salud. Convertir el acceso oportuno en una realidad para todas las mujeres es, hoy, una meta alcanzable.
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