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lunes, 23 de junio de 2025

Nuevas evidencias alertan sobre el impacto de los edulcorantes en el cerebro, la microbiota y el aumento de peso.


Salud e
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 Casa.- Mientras la epidemia global de obesidad sigue en ascenso, nuevas investigaciones científicas están cuestionando la supuesta inocuidad de los edulcorantes artificiales presentes en miles de productos etiquetados como “light”, “zero” o “sin azúcar”. Aunque prometen reducir calorías, estudios recientes publicados en revistas como Nature Metabolism indican que estos compuestos estimulan el apetito y desregulan los mecanismos de saciedad, generando un círculo vicioso que podría estar contribuyendo al aumento del sobrepeso.


Frente a ello, la Coordinadora de la Plataforma de Seguridad Alimentaria, Lic. Jessica Huaman alerta sobre el alarmante incremento del sobrepeso y obesidad en Perú “Mientras que 6 de cada 10 peruanos mayores de 15 años tiene sobrepeso u obesiodad en Perú, el 38.4% de niños y adolescentes peruanos de 6 a 13 tienen tienen exceso de peso, situación es alarmante y que pone en riesgo la vida y salud de la población”


Los edulcorantes no calóricos como la sucralosa, se utilizan ampliamente como sustitutos del azúcar, pero lejos de ser una alternativa inocua, nuevas investigaciones muestran que pueden tener efectos adversos sobre la salud metabólica y cerebral.


“Los edulcorantes actúan sobre el cerebro de forma similar al azúcar, activando los circuitos de recompensa sin aportar energía real. Eso puede provocar una mayor sensación de hambre, una percepción alterada de la saciedad y un aumento del deseo de consumir más alimentos. Además, estudios en animales y humanos han demostrado que estos compuestos modifican la composición de la microbiota intestinal, afectando funciones clave del sistema digestivo e inmunológico”, explica Huamán.





El problema no es solo su presencia, sino su uso cada vez más generalizado en bebidas, postres, productos para niños, galletas, yogures y hasta suplementos nutricionales. “El marketing juega un rol clave al presentar estos productos como saludables, cuando en realidad pueden tener consecuencias negativas, especialmente en etapas críticas del desarrollo como la infancia”, advierte la especialista.


En contextos como el peruano, donde se enfrentan altos niveles de malnutrición en todas sus formas, “es urgente proteger a la población de mensajes engañosos y promover políticas públicas que regulen el uso de edulcorantes y fomenten entornos alimentarios saludables”, agrega.


Desde la Plataforma por la Seguridad Alimentaria, se exhorta al Estado peruano a revisar con urgencia las normativas sobre el uso de edulcorantes, exigir etiquetado claro y visible, y reforzar campañas de educación alimentaria que promuevan el consumo de alimentos naturales, frescos y mínimamente procesados.


“Las soluciones frente a la obesidad no están en reemplazar un ingrediente por otro, sino en transformar los sistemas alimentarios y garantizar el derecho a una alimentación saludable, adecuada y culturalmente pertinente para todos”, concluye.

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