Salud en Casa.- Tras la reciente disposición del Ministerio de Salud del Perú que obliga a las empresas a consignar en el etiquetado de sus productos la presencia del colorante Amarillo N°5, especialistas en nutrición han reiterado los riesgos asociados a este aditivo alimentario, ampliamente presente en productos ultraprocesados.
“El Amarillo N°5 o tartrazina puede agravar alergias, especialmente en niños, y existen estudios que advierten posibles efectos carcinogénicos. Es fundamental que se declare su presencia en las etiquetas, pero también es hora de que las empresas busquen reemplazar este aditivo por opciones naturales y más seguras”, señaló Jessica Huamán, nutricionista e integrante de la Plataforma por la Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Los especialistas mencionan que es posible proteger la salud pública sin sacrificar la viabilidad comercial, por ello al sector privado puede tomar decisiones responsables y coherentes con la salud de sus consumidores.
“Este aditivo se encuentra comúnmente en productos ultraprocesados como cereales artificiales de colores, gaseosas amarillas, caramelos, gomitas, gelatinas y snacks salados, productos que no solo son innecesarios en la dieta diaria, sino que su consumo frecuente puede poner en riesgo la salud de los más pequeños”, advirtió Huaman.
Asimismo, la especialista llamó a reforzar la fiscalización efectiva por parte de DIGESA y otras autoridades competentes: “No basta con normar, el Estado debe fiscalizar rigurosamente el cumplimiento de esta medida. Las empresas deben ser que cumplan a cabalidad el etiquetado nutricional claro, para que declaren este aditivo, y también se debe avanzar en promover entornos alimentarios más seguros”, agregó.
El MINSA ha dado un plazo de un año para que esta obligación de etiquetado se implemente. Por ello, la especialista recomendó a la ciudadanía leer con atención las etiquetas “Identificar la tartrazina en los ingredientes y evitar estos productos, especialmente en la alimentación infantil, es un acto de responsabilidad y cuidado. El derecho a la información alimentaria es parte del derecho a la salud”, finalizó.
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