Tras el nacimiento de un hijo, algunas mujeres –en hombres estos casos son
poco frecuentes– deben enfrentar una forma de depresión conocida como depresión
posparto.
Suplemento Domingo.- Un trastorno que puede aparecer incluso cuando no existe ninguna
complicación tras el parto, ni con el bebé, ni con la madre. Sentimientos de
tristeza, tendencia al llanto, irritabilidad, fatiga, insomnio, pérdida del
apetito, incapacidad para disfrutar, ansiedad, y la sensación de no disponer de
tiempo para nada, son algunas de las manifestaciones más comunes.
La depresión posparto es además una de las condiciones más frecuentes tras el
parto, llegando a afectar a una de cada diez madres. Es importante darle la
debida atención, puesto que si no se trata adecuadamente puede persistir durante
meses e incluso años.
La mayoría de los casos surgen en el primer mes después del parto, aunque en
ocasiones pueden surgir meses más tarde. No es una causa única la que
desencadena la depresión posparto, sino una suma de factores. Esta depresión
hace de la maternidad una mala experiencia y dificulta la relación entre la
pareja.
Lo mejor es detectar lo antes posible este trastorno para tratarlo
precozmente. Con tratamiento, la mayoría de mujeres suelen mejorar al cabo de
unas semanas.
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