Por: Mariela Luján
Diario Trome.- ¿Has iniciado una rutina de ejercicios? Es una gran idea, pero debes preocuparte también por tu hidratación. Cuando se realiza una actividad física, se pierden sales y minerales que deben reponerse bebiendo agua. Por ello se recomienda tomar entre 2 y 2,5 litros de líquidos diarios.
BENEFICIOS
El agua permite el transporte de nutrientes, la eliminación de sustancias de desecho, la regulación térmica, etc. Según el nutricionista Edwin Girbau, podemos obtenerla a través del consumo de los diferentes alimentos y bebidas que tomamos a diario.
“Es recomendable que el 75% del líquido que ingerimos a diario provenga de las bebidas y un 25% de los alimentos”, afirma. Hay que hidratarse antes, durante y después de un entrenamiento, pero sin excedernos porque la hiperhidratación, también afecta nuestra salud.
DECÁLOGO PARA DEPORTISTAS
Evalúa tus pérdidas de líquido. Pésate antes y después del entrenamiento. Esto te permitirá conocer la cantidad de líquido que necesitas beber.
Dosifica tu rehidratación. Quince minutos antes de empezar los ejercicios toma 2 vasos de agua, con eso cubrirás entre el 40 y 50% de tus pérdidas. Después de 20 minutos de iniciada la actividad física, vuelve a hidratarte.
Hidrátate al término del entrenamiento. Esto para evitar calambres y reponer las sales y electrolitos perdidos.
Toma bebidas frías. Son mejor toleradas y el organismo las absorbe mejor.
No bebas líquidos con alto contenio de alcohol, cafeína o té con frecuencia o el día antes de tu entrenamiento. Estos favorecen la deshidratación.
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