jueves, 6 de mayo de 2021

  Madres gestantes, adultos mayores de 60 años, niños menores de cinco años y personas con enfermedades crónicas pueden presentar mayores complicaciones. .



Salud en Casa.-
La influenza sigue siendo uno de los mayores desafíos de salud pública del mundo. Cada año, se estima que hay mil millones de casos a nivel global, de los cuales 3 a 5 millones son casos graves, lo que resulta en 290 mil a 650 mil muertes respiratorias relacionadas con la influenza. En el contexto que vivimos por la pandemia de la COVID-19, estas cifras pueden agravarse. 

 

La vacunación anual es la forma más efectiva de prevenir esta enfermedad. Con la cercanía del pico epidemiológico de la influenza estacional, ahora más que nunca es importante vacunarse contra la influenza debido a la COVID-19. De esta forma se reduce el riesgo de que se empalmen ambas enfermedades y se produzca una “doble pandemia”.  


 

El Dr. Raúl Urquizo, pediatra neonatólogo y ex Decano del Colegio Médico de Lima, indica que la aplicación de la vacuna contra la influenza no sólo podría reducir el aumento de los casos de esta patología, sino también evitar más complicaciones que se pueden sumar a las relacionadas con el coronavirus. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS), insta a mantener la vacunación durante la pandemia con el objetivo de no sobrecargar los sistemas de salud con brotes de enfermedades inmunoprevenibles. 





 

Si bien la influenza estacional puede afectar a todos, existen grupos de riesgo como madres gestantes, adultos mayores de 60 años y personas con enfermedades crónicas (asma, diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, enfermedad pulmonar crónica, obesidad, enfermedad cardiovascular y personas con un sistema inmunodeprimido) 


 

Por ello, el especialista advierte que la vacunación es especialmente importante en estas personas, ya que pueden presentar complicaciones más graves al contraer influenza. Se debe garantizar altas tasas de vacunación especialmente en dichos grupos para protegerlos también contra eventos cardiovasculares agudos asociados con la influenza. Este mensaje es especialmente relevante para los cerca de 1,4 millones de diabéticos y 6 millones de hipertensos que residen actualmente en el país, quienes ya poseen, de base, un alto riesgo de ataques cardiacos 


 

Además, Urquizo señala que, respecto a la coadministración de vacunas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan esperar un intervalo mínimo de 14 días entre la administración de la vacuna de COVID-19 (cualquiera de las dos dosis) y otras vacunas. 


 

Para finalizar, el Dr. Raúl Urquizo enfatizó que, si bien es necesario que las personas acudan a vacunarse, se deben tomar en cuenta algunas recomendaciones para asistir a los centros de salud de forma segura como lo son respetar la distancia física de al menos dos metros entre cada persona, usar doble mascarilla y protector facial, y evitar las aglomeraciones en todo momento. 

 

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