miércoles, 22 de febrero de 2023


Salud e
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 Casa.- El doomscrolling es un término relativamente nuevo y para comprender su origen debemos remontarnos a inicios del 2020. En aquel entonces, el término scrolling ya hacía referencia a la tendencia de navegar durante horas a través de los dispositivos móviles, principalmente en redes sociales. En marzo de 2020, con la llegada de la pandemia se agudizó esta situación, debido a que las personas querían estar informadas.

“El encierro prolongado cambió muchos hábitos y a diferencia de otras épocas, el acceso a internet ya estaba presente en cualquier dispositivo. Esto ocasionó la búsqueda de una gran cantidad de información sobre la COVID-19, que en los primeros meses se encontraba, mayormente, en noticias negativas y noticias falsas, generando mayor estrés y ansiedad en las personas”, explica Alex Gonzales Asencio, coordinador académico de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).



“Sin embargo, los últimos estudios de los efectos de la pandemia muestran que las personas terminaron normalizando estas noticias y pasaban más tiempo, incluso horas, buscando información negativa en sus dispositivos. A esta práctica se le denomina doomscrolling”, añade el especialista de la UTP.



Un estudio publicado el año pasado en la revista Psychological Trauma de la Asociación Americana de Psicología (APA), desarrollado por un equipo de la Universidad de Vermont, encontró relación entre el consumo de malas noticias con el aumento en los niveles de depresión, estrés e incluso síntomas de trastorno por estrés postraumático.



Por ello es importante identificar si nos encontramos ante una adicción, ser consciente de ello y tomar las medidas necesarias para cambiarlo. En este sentido, Alex Gonzales brinda las siguientes recomendaciones:



Analizar la necesidad que se tiene de revisar información en internet.  Las redes sociales hoy nos mantienen al tanto no solo de los acontecimientos en nuestra ciudad o país, sino también de las actividades que realizan nuestros familiares y amigos. Sin embargo, debemos identificar si es necesario tener toda esta información las 24 horas de día.



Controlar el uso de los dispositivos. Los dispositivos móviles son cada vez más necesarios en las familias peruanas. Por ello, es necesario establecer normas de uso y tiempos de actividad en el caso de niños y adolescentes. De igual manera, los adultos pueden establecer un espacio para la lectura de noticias.



Desconectarse por un momento. Hoy la tecnología abarca una gran parte de nuestras vidas: en las tareas del hogar, en la comunicación con la familia y en el trabajo. En este caso podemos determinar un día, hora o momentos libres de dispositivos.  Es quizá una de las recomendaciones más difíciles de incorporar, pero podemos iniciar desactivando las notificaciones y alarmas.



El coordinador académico de Ciencias de la Salud explica que “las consecuencias de esta actividad dependerán de cada individuo y el tiempo de exposición diaria. Por supuesto, en la mayoría de los casos, esta se realiza hasta altas horas de la noche, generando problemas en el sueño. Al día siguiente, la persona podrá tener síntomas de agotamiento, irritabilidad y, de continuar por más días o meses, desarrollará trastornos del sueño”.


“La pandemia ha tenido muchos efectos, no solo a nivel social, económico y político. El confinamiento prologando ha generado cambios en los estilos de vida con consecuencias en la salud mental. El doomscrolling es una de las diferentes problemáticas que requieren de toda nuestra atención, estudio e intervención”, concluye Alex Gonzales.

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