La especialista detalla que esto no solo nos permite actuar con rapidez, sino que también nos ayuda a enseñar a los hijos sobre la importancia de la seguridad y el autocuidado.
Salud en Casa.- Cuando un padre o madre se enfrenta a tener a su primer hijo, suelen haber muchos temores, propios del desconocimiento. Una de las mayores preocupaciones es salvaguardar la seguridad y el bienestar de su menor, más aún cuando ocurre alguna situación de emergencia.
Susan Gonzáles, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Perú, sostiene que los padres primerizos deben estar preparados para evaluar una emergencia y tomar medidas inmediatas. Desde el control de hemorragias, de una fiebre hasta lesiones o técnicas de reanimación, conocer los primeros auxilios pueden marcar la diferencia para ayudar a nuestros hijos.
“Los niños a medida que crecen se vuelven más curiosos y quieren experimentar, lo que puede ocasionarles lesiones, fracturas, sangrados, heridas en la piel, entre otros. Por ello, contar con herramientas de primeros auxilios puede dar tranquilidad a los padres para enfrentar cualquier imprevisto. Esta preparación no solo nos permite actuar con rapidez, sino que también nos ayuda a enseñar a nuestros hijos sobre la importancia de la seguridad y el autocuidado”, sostiene Gonzáles.
La especialista resalta también que tener conocimientos en primeros auxilios ayuda no solo a estabilizar a una persona, sino que permite asegurar que nadie más salga herido, no se repitan accidentes y no haya pánico.
En esa línea, brinda las siguientes recomendaciones para que los padres puedan tenerlo en cuenta:
En caso de hemorragias.- Ante una situación de esta naturaleza, presiona firmemente sobre la herida con un paño limpio o una gasa. En la medida de lo posible, eleva la extremidad lesionada. Si es grave o no se detiene, llamar a emergencias.
Fuego y quemaduras.- Enjuaga la quemadura del niño con agua fría durante unos 10 minutos. Luego, cubra la quemadura con un paño limpio o gasa. No aplicar cremas o hielo, siempre consulte con un especialista.
Atragantamientos.- Asegúrese de que su hijo pueda toser. Si el niño puede toser, permita que lo haga para intentar despejar la obstrucción. Si no puedes toser, realiza la maniobra de Heimlich si estás entrenado para ello. Llama a emergencias si la obstrucción no se libera.
Lesiones en la cabeza.- Si el menor pierde el conocimiento, colócalo en posición lateral, de costado. Controla el sangrado aplicando hielo envuelto en un paño sobre la zona lesionada. Llama a emergencias si hay pérdida de conciencia prolongada, vómitos persistentes o cambios en el estado mental.
La especialista destaca que no se administren medicamentos a los niños, debido a que no están capacitados para ello. Además, agrega que es importante que, ante una emergencia, acudamos en todo momento al médico tratante.
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