domingo, 17 de noviembre de 2024

 Powerfill actúa de manera eficaz para corregir depresiones en la piel, reducir la flacidez, mejorar inestetismos como la celulitis, y redefinir las áreas tratadas. Asimismo, su efecto prolongado permite disfrutar de sus beneficios hasta por 3 años.




Salud e
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 Casa.- La búsqueda de tratamientos estéticos que realcen y definan el contorno corporal sin efectos de voluminización excesiva ha llevado al desarrollo de soluciones innovadoras como Powerfill, un producto biocompatible y biodegradable diseñado específicamente para áreas con mayores volúmenes, como los glúteos y las caderas. Este procedimiento se distingue por su capacidad de redensificar la piel de forma gradual y natural, gracias a un proceso conocido como neocolagenesis, mediante el cual el cuerpo produce nuevo y mejorado colágeno, generando resultados duraderos y de aspecto natural en las semanas posteriores a su aplicación.



La doctora Gilda Pérez, especialista del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, explica que el Powerfill está compuesto por ácido poli L láctico y poli D láctico (PDLLA), permitiendo devolver la simetría y el contorno perdidos debido al envejecimiento, la pérdida de peso significativa y otros factores. Este tratamiento actúa de manera eficaz para corregir depresiones en la piel, reducir la flacidez, mejorar inestetismos como la celulitis y redefinir las áreas tratadas. El resultado es una mejora en la calidad de la piel, la reducción de la flacidez y un contorno más armonioso en glúteos y caderas.


La aplicación de este producto tiene una duración de aproximadamente una hora. El proceso incluye una preparación cuidadosa de la zona a tratar, que involucra desinfección y aplicación de crema anestésica para mayor confort del paciente. Powerfill se reconstituye y se inyecta en la zona deseada, y se aconseja masajear el área durante cinco días por tres veces al día para asegurar la adecuada dispersión del producto. Además, se recomienda evitar actividades físicas intensas durante dos semanas y evitar la playa, sauna o piscina durante al menos tres días posteriores al tratamiento. 


Aunque en la mayoría de los casos una sesión es suficiente, algunos pacientes pueden requerir entre dos y tres sesiones adicionales con intervalos de cuatro a ocho semanas, según la evaluación del médico tratante y la respuesta individual del organismo. Asimismo, gracias a su composición biocompatible, su efecto prolongado permite disfrutar de sus beneficios hasta por 3 años, indicó la especialista.  


Es importante destacar que para garantizar la seguridad y eficacia de los resultados, se recomienda realizar el tratamiento de Powerfill en centros especializados y bajo la supervisión de profesionales certificados. Este tipo de procedimientos debe ser aplicado por expertos que comprendan las particularidades de cada caso y puedan asesorar adecuadamente sobre las expectativas y cuidados necesarios.

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