Salud en Casa.- El parto es uno de los momentos más importantes de la vida de una mujer. Aunque es una experiencia llena de ilusión y amor, el dolor también es parte del proceso. La doctora Vanesa Ruiz, coordinadora del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Ricardo Palma, brinda algunas recomendaciones para enfrentarlo con tranquilidad, seguridad y confianza.
Es importante saber que el dolor del parto se produce por dos motivos:
el primero, por los cambios que se originan en ese momento en el útero,
específicamente por la dilatación del cuello uterino y se intensifica por la
presión que ejercen las contracciones. El segundo, por la presión que ejerce la
cabeza del bebé sobre los tejidos maternos (músculos, tendones, huesos y
pelvis) al salir.
Por ello, es esencial que la gestante se prepare para el alumbramiento.
Los programas de psicoprofilaxis son claves, ya que permiten a la embarazada
conocer las fases del parto, prever qué esperar cuando llegue el momento de dar
a luz y distinguir lo que es normal durante este proceso. De esta manera,
disminuyen su ansiedad y miedo, al tiempo que le permite manejar mejor el
nacimiento de su bebé. Además, en estos talleres se enseñan técnicas de
relajación y respiración.
El hipnoparto también es una excelente herramienta para prepararse ante
la llegada del bebé. Esta disciplina se centra en el control de la mente para
disminuir la percepción del dolor, creando una experiencia de parto más
positiva. Otro aspecto clave para la futura mamá es conversar con su ginecólogo
sobre sus preferencias para calmar el dolor, desde la anestesia epidural hasta
los métodos naturales, ya que cada mujer tiene diferentes deseos y necesidades.
Abanico de opciones
Existen varios métodos no farmacológicos para aliviar y disminuir el dolor
durante el parto. La clave está en crear un ambiente íntimo, respetuoso, cálido
y tranquilo. El apoyo tanto de la persona que la mujer elija para que esté a su
lado como de los profesionales de la salud, es crucial. Asimismo, técnicas como la inyección dérmica
de suero estéril en la parte baja de la espalda son útiles, en especial en las
primeras etapas del parto. La hidroterapia o inmersión en agua caliente también
es una excelente alternativa, ya que el agua caliente ayuda a reducir las
molestias y facilita la relajación, ya sea en duchas o en tinas.
Si bien las opciones naturales son
muy efectivas para muchas embarazadas, en algunos casos es necesario recurrir a
la medicación. Por ejemplo, la inhalación de óxido nitroso a través de
mascarillas ayuda a disminuir las
molestias del parto y la ansiedad, permitiendo que la mujer esté más tranquila
y cómoda.
Por otro lado, la analgesia
epidural es el método más conocido y eficaz para manejar el dolor, aunque no lo
elimina por completo, de ser así podría interferir con la capacidad de la
gestante para movilizarse y realizar los pujos necesarios para el nacimiento.
Cada parto es único y, como tal, el
manejo del dolor debe adaptarse a la experiencia de cada mujer. Actualmente,
existen diversas técnicas para disminuir el dolor durante el trabajo de
parto. Ninguna es mejor que otra. Lo
importante es que la futura mamá esté informada y tenga la libertad de elegir
la más adecuada para sus necesidades y deseos.
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