· Según estimaciones globales, se proyecta que para 2040 la enfermedad afectará a entre 12 y 17 millones de personas.
Salud en Casa.- Más de 10 millones de personas en el mundo viven con Parkinson, uno de los trastornos neurodegenerativos más comunes, que afecta el movimiento, provoca alteraciones mentales y del sueño, y genera, secundariamente, dolor; lo que deteriora significativamente la calidad de vida. A medida que la enfermedad progresa, también puede ocasionar dificultades para deglutir, hablar y mantener el equilibrio. En Perú, se han diagnosticado más de 30 mil personas con esta enfermedad, que afecta a 1 de cada 250 mayores de 40 años, 1 de cada 100 mayores de 65 y 1 de cada 10 personas mayores de 80, cifras que reflejan el impacto creciente de esta condición en la población.
Aunque
la prevalencia del Parkinson es mayor en adultos mayores, los especialistas en
neurología de la región advierten sobre un aumento sostenido en el número de
diagnósticos, impulsado por factores como la mayor esperanza de vida, la
urbanización y la exposición a contaminantes ambientales, que podrían estar
influyendo en el desarrollo de la enfermedad. Según estimaciones globales, se
proyecta que para 2040 la enfermedad afectará a entre 12 y 17 millones de
personas, lo que subraya la urgente necesidad de fortalecer el
diagnóstico temprano y garantizar un tratamiento oportuno que permita mejorar
la calidad de vida de quienes la padecen.
Para el
Dr. Camilo Contreras, neurocirujano del Hospital Nacional Guillermo Almenara,
explica que el origen del Parkinson es multifactorial. “Aproximadamente el 15 %
de los casos está relacionado con antecedentes familiares, mientras que en el
85 % restante no se identifica una causa específica, e incluso se ha observado
que aspectos medioambientales, como la exposición a ciertas sustancias
utilizadas en el control de plagas, podrían desempeñar un papel en su
desarrollo. Esta complejidad en los factores causales dificulta la
implementación de estrategias preventivas definitivas”, señala el especialista.
En ese sentido, el Dr. Phillipe Salles, médico del Centro de Trastornos del Movimiento de Chile, un país con una incidencia de Parkinson de entre 30 y 40 mil casos, y con una prevalencia de 1.6 casos por 100 mil habitantes, subraya que los síntomas de la enfermedad no siempre coinciden entre los pacientes. “Aunque el temblor es uno de los signos más conocidos, solo alrededor del 50% de las personas diagnosticadas con Parkinson experimentan este signo como manifestación inicial, y aproximadamente el 20% nunca lo presentan. Esta variabilidad dificulta la identificación temprana, lo que puede retrasar la consulta médica”, indica.
Además,
el Dr. Salles destaca que otros síntomas, aunque menos evidentes, también
influyen en la movilidad y el bienestar general. Entre ellos, la rigidez
muscular y la lentitud en los movimientos, que a menudo son los más
predominantes en muchas personas. “Es fundamental entender que, en algunos
casos, estos signos iniciales pueden ser sutiles, pero el neurólogo puede
identificarlos en su evaluación. Por ello, es crucial acudir al especialista
para una detección temprana y un tratamiento adecuado. Actuar en las primeras
etapas de la enfermedad puede marcar una diferencia significativa en la calidad
de vida”, explica.
Por su
parte, el Dr. Carlos Alberto Ciraolo, jefe de Neurocirugía Funcional del
Hospital Italiano de Buenos Aires, donde se registran de 100 mil casos de
Parkinson, destaca que, aunque aún no exista una cura definitiva para la
enfermedad, sí existen opciones para controlar sus síntomas y mejorar la
calidad de vida.
“El
tratamiento farmacológico y la cirugía de neuromodulación, como la estimulación
cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés), una intervención mínimamente
invasiva que regula el movimiento mediante impulsos eléctricos, son dos de las
alternativas más efectivas para ralentizar la progresión de los síntomas”,
explica Ciraolo. Además, enfatiza que este procedimiento debe ser indicado por
el especialista, quien evalúa cada caso de manera individualizada.
Los
especialistas coinciden en la importancia de un enfoque integral para el manejo
del Parkinson, que incluye atención médica, terapias complementarias como
fisioterapia, terapia ocupacional y apoyo psicológico. Este abordaje no solo
mejora la calidad de vida y la movilidad del paciente, sino que también
favorece su adaptación a la enfermedad. Además, el acompañamiento familiar es
fundamental para garantizar la adherencia al tratamiento y enfrentar los
desafíos diarios de manera efectiva.
Para
conocer más sobre el Parkinson, su impacto y testimonios de pacientes que han
accedido a un tratamiento oportuno, visita https://parkinsonyyo.com/, una plataforma que
recursos informativos para quienes enfrentan esta enfermedad.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Click to see the code!
To insert emoticon you must added at least one space before the code.