· Durante el posparto, las mujeres enfrentan diversos
cambios y desafíos para su salud, que incluyen alteraciones en el estado de
ánimo, hiperpigmentación facial, problemas en el sueño y el apetito, así como
sequedad vaginal.
Salud en Casa.- En el marco del Día de la Madre, que se celebra este 11 de mayo, recordamos que cada año nacen en Perú más de 462 mil bebés. Aunque el 81.4% de las mujeres disponen de un control sanitario luego del nacimiento, en las zonas rurales esta cobertura se reduce al 78.9%, lo que evidencia la necesidad de reforzar el acceso a una atención sanitaria continua y equitativa, especialmente porque muchas madres pueden enfrentar complicaciones físicas o emocionales que requieren seguimiento especializado.
En esa línea, la Dra. Mónica Ramírez, médico ocupacional y jefa de
Gestión de Riesgos de Sanitas, compañía prestadora de servicios de salud,
señala que los chequeos preventivos son esenciales para garantizar una
recuperación adecuada y cuidar el bienestar integral de las madres, ya que no
atender oportunamente esta etapa puede afectar su salud física y emocional, e
incluso dificultar el vínculo con su bebé y su reintegración a la vida
cotidiana.
Para comprender la importancia de estos controles, la especialista
explica que durante el posparto muchas mujeres atraviesan diversos cambios
fisiológicos, como contracciones uterinas, sangrado vaginal, sensibilidad o
dolor en las mamas y alteraciones en el estado de ánimo. Asimismo, pueden
aparecer efectos a mediano y largo plazo, como estrías, hiperpigmentación
(manchas en la piel) y caída del cabello.
Sumado a
ello, también se presentan descontroles hormonales que pueden afectar el sueño,
el apetito, la piel y el cabello. “La dificultad para dormir es común debido al
cuidado del recién nacido y las fluctuaciones de las hormonas. Además, algunas
experimentan variaciones en la sensación de hambre, acné y sequedad vaginal por
la disminución de los niveles de estrógeno después del parto, hormona clave que
regula el ciclo menstrual, la salud ósea, entre otros. Sin embargo, el
metabolismo generalmente regresa a la normalidad luego de 6 a 8 semanas”,
detalla la doctora.
En este
contexto, la lactancia materna juega un papel importante, brindando numerosos
beneficios para la salud física de la madre, como una recuperación más rápida, la
reducción del riesgo de enfermedades como osteoporosis, cáncer de mama y de
ovario, y la prevención de la depresión postparto. “A pesar de ello, también
puede presentar desafíos: mastitis, dolor y grietas en los pezones”, comenta la
especialista.
Para asegurar la salud de las madres, es
crucial abordar todos estos aspectos relevantes con un especialista. En este
sentido, la Dra. Mónica Ramírez explica las consultas de seguimiento postparto
que recomienda para garantizar una recuperación saludable:
1.
Primera semana postparto: durante
esta evaluación, el médico especialista chequea los cambios físicos tempranos
que está experimentando la madre, por ejemplo, el tamaño y los fluidos que
expulsa el útero, y la cicatrización de la episiotomía (incisión que se realiza
para facilitar la salida del bebé por vía vaginal) o de la cesárea, y
finalmente, el retirado de los puntos. Además, se monitorea la presión arterial
para detectar posibles complicaciones como la hipertensión postparto.
2.
6-8 semanas postparto: se
realiza un examen ginecológico completo, incluyendo un Papanicolaou para
detectar cambios celulares en el cuello uterino. También se evalúa el estado de
ánimo para identificar signos de depresión post parto. Si está amamantando, se
revisa la técnica para asegurar un buen agarre del bebé, una producción adecuada
de leche y se abordan problemas como dolor en los pezones o mastitis.
Finalmente, se establece un plan de anticoncepción, considerando opciones
seguras y efectivas para el futuro.
3.
3-6 meses postparto: en
este punto, se solicitan exámenes de laboratorio, incluyendo un hemograma
completo para detectar de forma temprana la anemia, una prueba de glucosa con
el fin de descartar diabetes gestacional y un perfil tiroideo que identifique
disfunción postparto. También se realiza una revisión de la salud
cardiovascular, que puede incluir la medición de colesterol y triglicéridos, y
una evaluación de factores de riesgo, especialmente si la madre tuvo
complicaciones durante el embarazo.
4.
Revisión anual: transcurrido
el primer año de maternidad, se realiza un examen ginecológico de rutina y uno
pélvico. Además de una mamografía, que una mujer lactante puede someterse sin exponer
a su bebé, siguiendo las recomendaciones de edad y riesgo individual de la
paciente (generalmente a partir de los 40 años, o antes si hay antecedentes
familiares de cáncer de mama). Finalmente, se deriva a una evaluación de la
salud mental.
“Es fundamental que las madres se realicen sus consultas de seguimiento
postparto para detectar y tratar cualquier problema de salud a
tiempo, asimismo, es crucial que permanezcan atentas ante una eventualidad y no
duden en buscar atención médica inmediata si tienen algún síntoma inusual o
preocupante, ya que durante esta etapa el bienestar femenino es particularmente
delicado y susceptible a diversas morbilidades”, agrega la especialista.
Finalmente, la doctora Ramírez sugiere que, una
vez superada la etapa inicial del posparto, las madres puedan retomar
gradualmente sus hábitos alimenticios, su estilo de vida y la realización de actividad
física, siempre con el respaldo de un profesional de salud. Estas medidas
contribuirán de forma efectiva a la recuperación del cuerpo, además de mejorar
el estado de ánimo y reducir el riesgo de complicaciones.
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