● Contar con donaciones voluntarias es uno de los actos de
solidaridad más grandes que existen y, además, es crucial para asegurar sangre
segura en los sistemas de salud. Sin embargo, la falta de información y los
mitos existentes dificultan la participación.
Salud en Casa.- La disponibilidad constante de sangre segura es fundamental para el éxito de procedimientos médicos como cirugías complejas, tratamientos oncológicos y atención de emergencias. Sin embargo, la demanda de sangre crece a un ritmo mayor que la tasa de donaciones voluntarias, la cual se mantiene baja en muchos países. Según el informe 2025 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 60 países -incluidos cuatro en América Latina- registran menos de 10 donaciones por cada 1,000 habitantes al año.
Bajo
ese contexto, cada 14 de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de
Sangre, una fecha que busca crear una cultura de donación voluntaria, constante
y sostenida en el tiempo. En América Latina, uno de los retos más grandes es
derribar los mitos y la desinformación, barreras que frenan la participación
ciudadana y debilitan el compromiso colectivo. Por ello, distintas
organizaciones del sector salud refuerzan su labor para promover una
participación más informada y activa.
Para
la Dra. Ina Perez Huaynalaya, médico
jefe de la Red de Sangre en Auna Perú.
“Desterrar los mitos, erradicar el temor
natural con información permite salvar más vidas y plasma en el inconsciente
colectivo la importancia de las cadenas de solidaridad y responsabilidad
social”.
En
esa línea, Perez destacó que, en 2024, Auna -ecosistema de salud regional con
presencia en Perú, Colombia y México- registró más de 10,000 donaciones
voluntarias, reflejo de una comunidad cada vez más comprometida. Asimismo, explicó algunas de las creencias más
comunes en torno a la donación de sangre y aclaró la realidad detrás de
cada una:
●
“Tatuajes y piercings son una barrera permanente para donar”: las personas que cuenten con ello SÍ
pueden hacerlo, siempre que haya transcurrido un periodo de entre 6 y 12
meses desde el procedimiento, según lo establezcan las regulaciones de cada
país. Esta espera preventiva busca descartar posibles infecciones.
●
“Hipertensión o diabetes descalifican al donante”: si la presión arterial está controlada y la diabetes no requiere
insulina, la persona PUEDE ser apta.
La evaluación médica previa permite asegurar que la salud del donante y del
receptor no se vea comprometida.
●
“El ciclo menstrual limita la capacidad de donar”: desde el punto de vista clínico, NO
hay ninguna contraindicación si la persona se siente bien con el ciclo
menstrual activo, no presenta anemia y se encuentra en condiciones generales
óptimas. El proceso de donación es seguro y bien tolerado en estas
circunstancias.
●
“No es posible donar más de una vez al año”: se
puede ser donante 3 veces (varones) a 4
veces (mujeres) al año, respetando los tiempos necesarios para una
recuperación saludable. Esta frecuencia permite sostener una red constante de
donaciones sin comprometer la salud del voluntario.
“Superar las barreras de
desinformación es fundamental para garantizar el abastecimiento de los
hemocentros, lo cual nos permite responder de manera efectiva a desastres,
emergencias nacionales y tratamientos de alta complejidad. Cabe destacar que
este abastecimiento no beneficia a un solo centro, sino que cada campaña
alimenta las redes nacionales de cada país. La sangre es un recurso vital y su
donación regular y voluntaria es clave para asegurar la autonomía de los
centros hospitalarios, permitiendo resolver las necesidades en salas de
operaciones y unidades de cuidados críticos”, señala Pérez.
Una acción que puede
salvar vidas
En
línea con su propósito de construir sociedades más sanas, Auna ha venido
realizando en las últimas semanas una campaña regional de donación de sangre en
los países donde tiene presencia.“Al
donar, no estamos ayudando a más de un individuo, sino a toda una comunidad.
Invitó a la ciudadanía a sumarse a este acto solidario, donando en nuestros
bancos de sangre en Perú, con el respaldo del registro sanitario
correspondiente. Además, la sangre donada se distribuirá entre los centros de
la Red Auna y la Red Nacional PRONAHEBAS, asegurando su uso responsable y
conforme a los procedimientos legales establecidos”, afirmó la Dra. Ina
Pérez. Esta iniciativa, que se lleva a cabo cada año en distintas ocasiones,
forma parte de su compromiso con la concientización para fomentar una cultura
más empática y solidaria.
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