· Aunque su popularidad ha crecido por sus beneficios estéticos e inmunológicos, la vitamina C endovenosa requiere diagnóstico médico y aplicación profesional para garantizar su efectividad y seguridad.
Salud en Casa.- La administración de vitamina C directamente al torrente sanguíneo ha ganado popularidad en clínicas y centros de estética. Este tipo de terapia ofrece beneficios como refuerzo inmunológico, antioxidante y acelerador del proceso de curación de heridas y quemaduras, además de favorecer la absorción de otros micronutrientes y ayudar a evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
1. Administración directa al torrente sanguíneo: La vitamina C se aplica mediante un catéter periférico directamente al flujo sanguíneo, sin pasar por el sistema digestivo. Así se obtienen efectos más rápidos y potentes.
2. Requiere evaluación médica previa: La aplicación no debe ser automática ni rutinaria. Es necesario realizar un diagnóstico previo para conocer el estado de salud general del paciente y evitar posibles efectos adversos.
3. Mayor absorción que por vía oral: La absorción de vitamina C por vía oral tiene un límite. En cambio, la vía endovenosa permite alcanzar concentraciones mucho mayores en sangre, útiles en pacientes inmunodeprimidos o en terapias complementarias contra el cáncer.
4. El exceso se elimina, pero puede ser útil: Una crítica frecuente es que la vitamina C no absorbida por el organismo se elimina por la orina. Aunque es cierto, en dosis terapéuticas altas -como las aplicadas por vía endovenosa- se han observado beneficios en pacientes con condiciones específicas como diabetes o dislipidemia.
5. Dosis y frecuencia personalizadas: No existe una fórmula única. Algunas personas pueden requerir una aplicación semanal, otras una mensual. El médico tratante determinará la dosis y la periodicidad adecuada según el objetivo terapéutico.
6. Aplicación por profesionales capacitados: Su correcta aplicación exige conocimientos técnicos: desde la preparación del insumo hasta el monitoreo del paciente. En caso contrario, podría generar complicaciones o efectos secundarios.
7. No sustituye un tratamiento médico: Aunque puede potenciar la recuperación y el bienestar general, este tipo de aplicación no sustituye un tratamiento clínico específico. Debe estar incluida dentro de un plan supervisado por profesionales.
Cuando se usa con responsabilidad y acompañamiento clínico, la vitamina C endovenosa puede ser una aliada en diversas condiciones de salud. Sin embargo, su efectividad y seguridad dependen, sobre todo, de una evaluación médica previa y de la correcta capacitación del personal que la aplica.
“Se requieren conocimientos técnicos para garantizar una aplicación segura y eficaz. Es importante entender que este tipo de terapia no reemplaza un tratamiento médico, sino que puede complementarlo bajo supervisión”, remarca la especialista del Instituto Carrión.
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