viernes, 11 de julio de 2025


Salud e
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 Casa.- Durante la temporada de bajas temperaturas, es común que aumenten los casos de conjuntivitis viral, una inflamación de la conjuntiva (membrana que recubre el ojo y el interior de los párpados). Esta infección es altamente contagiosa y suele estar relacionada con resfríos o infecciones respiratorias, según explica la doctora Daniela Roca, oftalmóloga, de la Clínica Ricardo Palma.


La enfermedad tiende a incrementarse en invierno por varias razones: se pasa más tiempo en lugares cerrados y mal ventilados, mayor circulación de virus como los adenovirus - que también afectan la vista- y al debilitamiento del sistema inmunológico haciéndonos más propensos a infecciones.


Se caracteriza por el enrojecimiento del ojo, que puede comenzar en uno y luego extenderse al otro, lagrimeo constante, sensación de arenilla o cuerpo extraño, ojos pegados al despertar (debido a secreción acuosa o mucosa) y fotofobia o molestia con la luz. Algunas veces, estos síntomas se acompañan de afecciones respiratorias leves, como dolor de garganta o congestión nasal.


Para prevenirla, se recomienda lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, evitar tocarse los ojos y no compartir toallas, maquillaje, lentes de contacto ni colirios. Si algún miembro de la familia se ha contagiado, es importante limpiar las superficies con regularidad y ventilar los espacios cerrados. En colegios y oficinas, se debe aislar al paciente hasta que deje de contagiar, lo cual ocurre entre 5 y 7 días después del inicio de los signos.


¿Cómo se trata?


La conjuntivitis viral no requiere antibióticos, ya que casi siempre mejora por sí sola entre los 7 y 10 días. El tratamiento se concentra en aliviar los malestares con lágrimas artificiales para reducir la irritación, compresas frías sobre los ojos cerrados y con antiinflamatorios tópicos suaves si hay mucha incomodidad (deben ser prescritos por el oftalmólogo). Mientras dure la inflamación, no se deben usar lentes de contacto.


La especialista advierte que, si el enrojecimiento empeora, hay dolor intenso, secreción amarilla-verdosa y baja visión, es necesario ir al oftalmólogo. La automedicación no es una opción: no use gotas o antibióticos que le hayan prescrito antes, pues cada caso es distinto. 

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