El hogar es donde tu bebé pasa la mayor parte del tiempo; con pequeños cambios, puede ser un lugar seguro para crecer y explorar.
Salud en Casa.- Cuando un bebé empieza a descubrir el mundo que lo rodea, cada espacio del hogar se transforma en una aventura. Lo que para un adulto parece inofensivo, para un niño pequeño puede convertirse en un riesgo. Por ello, adaptar la casa con medidas preventivas y mantener una supervisión cercana ayudarán a proteger su seguridad y dar tranquilidad a los padres o cuidadores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que gran parte de los accidentes durante la primera infancia ocurren dentro del entorno doméstico, siendo las caídas y golpes los más frecuentes. Estas situaciones, aunque suelen ser leves, pueden prevenirse con ajustes sencillos en los espacios y rutinas de la familia.
La obstetra y educadora posnatal Nícida Ferreyros comenta que una forma práctica de hacer la casa más segura es observar desde la perspectiva del bebé, ya que pasarán varios años hasta que desarrolle su conciencia del peligro. “Al ponernos a su altura —agachándonos o gateando como lo harían ellos— es más fácil identificar lo que puede atraer su atención”, señala.
La curiosidad es parte natural del desarrollo del bebé. La especialista recomienda no frenarla, sino permitir que explore en un entorno seguro, acompañado siempre de la supervisión adulta y de preferencia, que los cuidadores conozcan lo básico en primeros auxilios.
Cada hogar tiene sus particularidades, pero hay riesgos comunes que fácilmente pueden evitarse. La obstetra Nícida Ferreyros, junto a Babysec, comparte una serie de consejos prácticos para hacer tu casa un lugar más seguro para tu bebé:
Muebles y espacios:
Enchufes y cables: Coloca tapones de seguridad en los tomacorrientes y mantén los cables fuera del alcance y de la vista.
Muebles: Revisa la estabilidad de los muebles, asegúralos hacia la pared y usa protectores de plástico o acolchados en sus esquinas y bordes duros para evitar golpes.
Cuna: Evita peluches grandes, almohadas o elementos sueltos que puedan obstruir la respiración, verifica que los barrotes estén firmes y el colchón encaje correctamente. Si el bebé ya es más grande, usa barandas laterales para evitar caídas.
Objetos y zonas de riesgo:
Productos de limpieza y medicinas: Guárdalos siempre en repisas altas o con cintillo de seguridad.
Bolsas de plástico: Manténlas fuera de su vista y alcance, ya que representan un riesgo de asfixia.
Escaleras, ventanas y puertas: Instala rejas de seguridad, mallas o topes para reducir el riesgo de caídas y evita muebles cerca de las ventanas que puedan servir de apoyo para trepar.
Pisos: Revísalos de forma constante y observa si hay objetos pequeños como: monedas, botones o alfileres, que puedan ser peligrosos si un niño los ingiere.
Tapetes antideslizantes: Úsalos en zonas como el baño o la sala para evitar resbalones.
Evita estos ambientes: Espacios como la cocina, el baño o la terraza deben ser visitados solo con la compañía de un adulto porque concentran los mayores riesgos dentro del hogar.


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