A partir de
los 16 años se puede
establecer el perfil psiquiátrico de las personas
Salud en Casa Perú.- El secuestro,
violación y asesinato de la menor
de edad Maryori Keiko Vega por parte del médico Ángel Valdivia ha conmocionado
a la sociedad, colocando nuevamente a la salud mental como un problema que debe
tomarse en cuenta rápidamente, ya que esto
podría incrementarse aún más y ocasionar más muertes, manifestó el
psiquiatra del Hospital Hermilio
Valdizán, Dr. Víctor Alcázar Mendoza.
“Es muy
probable que esta persona presente características de conducta disocial o psicopática,(personalidad
disocial o delictiva) por los eventos
demostrados, la frialdad en ocultar su culpa, la planificación del ilícito, la
conducta recurrente disocial, la capacidad de manipular y seducir a sus víctimas,
la no observancia de normas éticas y legales hacia el tratamiento y la relación
medico paciente son prueba de ello”, precisó.
Según el
especialista la clasificación
internacional de enfermedades mentales en su decima edición CIE 10 la
personalidad (que incluye la personalidad disocial) se puede establecer el
perfil psiquiátrico de las personas a partir de los 16 años, excepto para los
casos de menores de edad que presentan síntomas severos de trastornos
conductuales que permitan definir criterios diagnósticos de trastornos de
personalidad, por ejemplo las conducta disóciales en la infancia, la
personalidad bordeline etc.
Penalidad
adecuada
Para el Dr. Víctor Alcázar los tipos de pena han sido sujetos de amplio
debate en la legislación peruana, para esto es útil contar con una opinión
técnica especializada que la puede dar la especialidad de salud mental, para
esto también las ciencias forenses
aportan recomendaciones importantes, la principal es el adecuado estudio
de los agresores sexuales con la finalidad de determinar si existe conducta
psicopática, su intensidad o peligrosidad, la probabilidad de reincidencia a
pesar de la pena impuesta, y el grado de recuperabilidad de estos,
“Son factores a tener en cuenta para la aplicación de las penas, que
pueden ir según la severidad del trastorno o la complejidad de este, desde la pena de cárcel por determinados años,
cadena perpetua o hasta la pena de muerte en su máximo extremo, debidamente
sustentado, sin embargo esta pena aun no está incluida en la legislación
peruana”, indicó.
Recomendaciones
“Principalmente no se debe descuidar la relación entre padres e hijos
priorizar el cuidado en el desarrollo afectivo de los menores previniendo que
estos sean vulnerables de ser abordados por personas inescrupulosas que
aprovechan las falencias afectivas de la adolescencia, lo cual se registra con
frecuencia en hogares disfuncionales, con pobre control, deficiente supervisión y con modelos
conductuales ausentes”, agregó.
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