jueves, 19 de septiembre de 2013

La acetogeninas de la guanábana se usaron como insecticida. Se descubrió que no causaban un efecto nocivo en los hombres y animales.
 
Diario Ojo.- 'Se conoce a la guanábana desde el Perú prehispánico para usarla, por tradición, en el tratamiento de la diabetes, el raquitismo, los catarros, la indigestión y la parasitosis intestinal', sostiene Martha Villar, directora del Programa de Medicina Complementaria de Essalud.

Esta fruta contiene una sustancia llamada acetogenina, la cual está principalmente en sus hojas.

Ella inhibe el crecimiento de las celúlas cancerígenas y tumorales de forma selectiva, pues no daña las células ni los tejidos sanos. Asimismo, ayuda a reforzar el sistema inmune.


Sin embargo, su consumo debe ser regulado por un especialista. 'Si se come en exceso podría producir la enfermedad de Parkinson', advierte Villar.

La corteza de este alimento cumple otra función en pacientes diabéticos. Si ellos la comen los ayuda a regular su nivel de azúcar en la sangre.

Además, ayuda a eliminar los ácaros que producen el asma y las enfermedades bronquiales, menciona la especialista. Agrega que al beber la hoja en té, se mejora la función hepática.

En tanto, las comunidades nativas utilizan las pepas secas del fruto para tratar la malaria y enfermedades parasitosas.
Una de las funciones más conocidas de la guanábana es la disminución del colesterol. Por tener propiedades astringentes, ayuda a tratar la diarrea.

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