viernes, 27 de diciembre de 2013

Lima, dic. 27 (ANDINA). En el período comprendido entre los años 2000 y 2012, los índices de mortalidad materna en el Perú se redujeron en un 50% al pasar de 185 a 93 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos.
 
Esta cifra fue revelada hoy por la coordinadora nacional de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, Lucy del Carpio, durante el taller "Situación de la mortalidad materna en el país, avances y retos", dirigido a periodistas.

Sostuvo que en el presente año se registraron 360 casos de muerte materna a nivel nacional, 40 menos que en el 2012, pero pese a  esas cifras alentadoras Del carpio admitió que aún hay mucho por trabajar.

"El Objetivo del Milenio es que como país lleguemos a solo 66 casos. Nos han evaluado y somos el segundo país en América Latina con posibilidades de llegar a la meta pero tenemos que seguir en un trabajo sostenido", comentó a la agencia Andina

Del Carpio anotó que la mortalidad materna es muy difícil de reducir porque es un problema con muchas causas y que requiere el trabajo conjunto de muchos sectores, como educación, transportes y comunicaciones y otros.

"En alguna manera hemos logrado el Ministerio, las ONGs, la agencias de cooperación y otras  entidades trabajar en el tema. Algunos aportan para la capacitación, otros para la difusión y siempre hay un grupo impulsor que  está en permanente contacto con las autoridades para ver qúe se necesita hacer", comentó.

La especialista indicó que la mayor parte de las muertes maternas se dan en Lima por la cantidad de pobladores y porque además a las gestantes graves las traen a la capital.

Aunque también se dan casos en Cajamarca, Loreto y en otros lugares donde hay gran dispersidad poblacional. 

Afirmó que lo que queda por hacer es seguir apostando por la planificación familiar, pero además por atender a las gestantes a la primera complicación para lo cual todos los establecimientos de salud deben estar preparados.

Otro punto de suma importancia es el llamado parto institucionalizado, para que la gestante reciba toda la atención médica que necesita y que no corra riesgos.

"Cuando la mujer da a luz en casa se puede desangrar y en dos horas morirse, porque vive en zonas alejadas y no llega al centro de salud a tiempo. Y si el niño nace deprimido y no tiene quién lo atienda, simplemente se muere", comentó.

Por eso, el personal de Salud insiste siempre en que las gestantes vayan a un establecimiento de salud y si es necesario que se alojen en las llamadas "casas de espera", inclusive con toda su familia y hasta con los animalitos que crían a esperar el momento del parto.

Del Carpio indicó que a nivel nacional existen 504 casas de espera pero que el problema de estas es la sostenibilidad que está en manos de los alcaldes y de la comunidad, con quienes se tiene que trabajar mucho para que se identifiquen con estas y no las cierren.

0 comentarios:

Publicar un comentario