jueves, 28 de agosto de 2014

Para poder utilizar estas aguas sin riesgos es necesario invertir en su tratamiento a través de procesos químicos y físicos, lo cual significa un mayor gasto para poder disponer de agua de calidad para el uso que se le pueda dar

Salud en Casa.- Las ciudades de Lima y Callao son ciudades conurbadas, por tanto los servicios básicos que se brindan a sus poblaciones están vinculados tanto por las empresas que prestan los servicios de energía eléctrica, transporte, telefonía y el servicio de agua potable y alcantarillado. Por esta razón el tema del agua en ambas ciudades se debe de ver de manera conjunta ya que lo que se decida en una ciudad va a afectar a la otra.


“En general podemos señalar que tenemos tres  clases de agua que se utilizan en Lima y Callao, el agua para consumo humano, el agua para el regadío y el agua para las industrias. Cada una de estas tiene su propia regulación y mecanismos de regulación y control y para todos los casos los problemas principales son el abastecimiento y la calidad del agua”, manifestó Arturo Alfaro Medina, presidente de la ONG Vida.

De acuerdo al especialista, Lima y Callao dependen hoy en día del agua que llega de la sierra central del Perú, la cual para el agua potable y abastecimiento de algunas industrias es captada en 2 plantas de tratamiento, la de la Atarjea que maneja directamente SEDAPAL y la de Carabayllo que la maneja una empresa privada que abastece a SEDAPAL, por tanto somos totalmente dependientes de lo que pasa con el periodo de lluvias en esta zona del país, si no hay lluvias no hay suficiente agua.

“Con el crecimiento de la población en Lima y Callao la única alternativa que ha considerado el gobierno es seguir realizando proyectos de trasvase del agua de las lagunas de las alturas de Junín (provincia de Yauli La Oroya principalmente) hacia las cuencas del Pacífico, pero esto sigue haciendo a Lima más dependiente del centro del país, además de que las poblaciones de Yauli La Oroya ya no están de acuerdo en que se siga llevando el agua de sus lagunas para abastecer a las poblaciones de la costa ya que ello limita sus posibilidades desarrollo para abastecer con agua potable a su propia población”.

Para Arturo Alfaro Medina , adicionalmente adicional hay que tener en cuenta la calidad del agua que nos llega por los ríos que cruzan Lima Metropolitana hasta llegar al mar (ríos Lurín, Rímac y Chillón), el arrojo de aguas servidas de las viviendas e industrias, así como la contaminación ocasionada por la minería y el uso de agroquímicos, ocasiona que las aguas de estos ríos estén profundamente contaminados con el riesgo que ello significa cuando se les quiera utilizar ya sea para agua potable, para la industria o para el riego de zonas agrícolas, parques y jardines. 

“Para poder utilizar estas aguas sin riesgos es necesario invertir en su tratamiento a través de procesos químicos y físicos, lo cual significa un mayor gasto para poder disponer de agua de calidad para el uso que se le pueda dar”.

“Frente a estos problemas de abastecimiento planteamos que un porcentaje del monto que se nos cobra a los usuarios de agua potable, industrial o de riego, se destine a proteger los ecosistemas de la sierra central donde se genera el agua que consumimos. De este modo estamos protegiendo nuestra fuente de abastecimiento, y a este pago se le denomina pago por servicios ambientales o pago por servicios eco sistémicos. Es como pagar para dar el mantenimiento al uso de una máquina que fabrica el agua que consumimos”.

“Que se utilice nuevamente las aguas subterráneas, rehabilitando los pozos de agua existentes en diferentes localidades de Lima y Callao. Estos pozos tendrán que ser implementados con sistemas eficientes de tratamiento de las aguas, tanto por contaminantes orgánicos como por inorgánicos. Y promover uso de fuentes alternativas de generación de agua como la captación de agua de neblinas y el uso del agua del mar”, agregó.

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