sábado, 4 de abril de 2015

Diario Trome.- La amabilidad es una cualidad que siempre es bien recibida y que abre las puertas de una buena relación interpersonal en todos los ámbitos de la vida: social, laboral y familiar. Lo mejor es que puedes inculcarla en tus hijos.

Una manera de hacerlo es con el ejemplo. Los niños aprenden todo lo que ven, así que sé la persona amable y compasiva en que deseas que se convierta tu hijo.
Enséñale a tu niño qué significa preocuparse por el sufrimiento de otro, ofrecer apoyo a un amigo y participar en actos de solidaridad.
Otro ejercicio simple es elogiar el acto de amabilidad que realice a lo largo del día. Por ejemplo, si te ayuda a llevar las bolsas del mercado del carro a la cocina, dile: ‘Has recogido esas bolsas sin que yo te lo haya pedido. Eso es muy amable’. El señalar y reconocer la acción exacta tiene más impacto que simplemente decir: ‘Gracias’.

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