martes, 28 de abril de 2015

Expertos del INS aconsejan evitar movilizarse por zonas pedregosas


Agencia Andina.- Los habitantes de Lima, sobre todo los cercanos a zonas pedregosas, también pueden ser víctimas de picadura de alacranes que no causan la muerte porque no tienen veneno, aunque sí provocan dolor, inflamación o reacción alérgica, informaron voceros del Instituto Nacional de Salud (INS).


Ernesto Gozzer Infante, jefe de esa institución, precisó que pueden encontrarse alacranes venenosos en la ciudad debido a que algunos de ellos dejan su habitat natural, que es la selva, a causa del cambio climático y el incremento del comercio por vía terrestre. 

"Si bien la presencia de los alacranes venenosos en Lima u otras ciudades no es frecuente, debido a las lluvias y desbordes de ríos están ingresando a la ciudad. También ingresan a través de los cargamentos de madera o frutas que ingresan a diario a la capital", anotó en diálogo con la agencia Andina.

Explicó que el veneno de un alacrán tiene un gran impacto en la salud de las personas, sobre todo en quienes padecen diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer o si se trata de un niño o niña. Los efectos pueden ser moderados o severos, dependiendo de estos casos, precisó. 

"Las enfermedades crónicas debilitan el organismo, por eso el veneno de los alacranes afecta la salud. La picadura de este alacrán es más grave si mayor es la cantidad de veneno que inocula. Produce fiebre, malestar general, taquicardia, sudoración, salivación y la persona pueden dejar hasta de miccionar porque afecta el riñón", precisó el experto. 

Gozzer Infante explicó que el veneno es un neurotóxico que altera el sistema nervioso. Si la persona recibió mucha cantidad y el tiempo de tratamiento demoró puede, inclusive, perder progresivamente la conciencia. El grado de afectación -remarcó- depende de las condiciones de salud de la persona y la cantidad de veneno que recibe. 

Recomendaciones

Como la picadura de este alacrán no es común, el experto recomienda a los padres de familia evitar que sus niños se movilicen por zonas pedregosas. "Si van a remover tierra o piedras de su jardín o del campo, usar guantes", aconsejó.

Asimismo, se debe impedir que los pequeños jueguen en lugares de la casa poco transitados por la familia como techos, sótanos, cuartos que cumplen la función de depósitos, y que se escondan en baúles o cisternas vacías de agua.

El alacrán se ubica en zona rural, campos de cultivo, lugares semidesérticos y en parques y jardines. Es de color marrón, arena, pues se mimetizan con el color de la tierra.

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