jueves, 2 de julio de 2015

Por: Mariela Luján
Diario Trome.- Es normal que el divorcio de los padres afecte a los hijos haciéndolos sentir tristes y temerosos ante una nueva rutina de vida.

Pero estos efectos pueden ser peores si los padres no saben manejar su separación, se echan la culpa mutuamente y ponen a los niños en medio de sus discusiones.
Carolina Olazábal afirma que ante esos casos los menores pueden tener crisis ansiosas o depresivas y hasta presentar un cuadro de regresión, es decir retroceder u olvidar las habilidades aprendidas.
“Algunos niños que ya no se orinaban en la cama, vuelven a hacerlo, otros comienzan a hablar como bebés, sacan malas notas en el colegio, se aíslan o tienen problemas de conducta”, afirma la psicóloga.
DISMINUYE LOS EFECTOS
Si vas a divorciarte de tu pareja, busca el momento y lugar adecuados para discutir los problemas. Comunícale a tus hijos la decisión sin entrar en demasiados detalles y déjales claro que ambos siguen siendo sus padres y que los siguen queriendo así no vivan en la misma casa.
Coordina las visitas del progenitor que sale de casa, de preferencia trata de que no sean restringidas para que los chicos tengan la libertad de verlo cuando desee y ponte de acuerdo con tu expareja para que eduquen bajo una misma dirección de disciplina sin que se contradigan.

0 comentarios:

Publicar un comentario