lunes, 28 de septiembre de 2015

Diario Trome.- ‘No me llames, ándate a la m…’, ‘conch…púdrete, viejo de m… estúpido’, así se dirigía una jovencita de 19 años a su cuarentón exenamorado la semana pasada. Al escuchar esta andanada de palabrotas muchos nos preguntamos, ¿cómo una chica decente puede decir tantas lisuras juntas?

Hans Gutiérrez, psicoterapeuta, explica que una lisura es una palabra grosera e irrespetuosa, que una persona usa normalmente cuando está molesta. “Las utiliza para botar aquellos sentimientos (rabia, mal humor) o frustraciones reprimidos”, precisa. Sin embargo, agrega que también funcionan como mecanismos de defensa o como una forma de manipulación, represión o influencia.
HOMBRES Y MUJERES
Los hombres son unas máquinas de decir lisuras y las pronuncian porque a través de ellas sienten que fortalecen su masculinidad. En el caso de las mujeres, la igualdad de género es la culpable de que las groserías estén en la punta de la lengua.
“La mujer ya no quiere ser tomada como tonta, ingenua o delicadita. Ella quiere que sus opiniones sean respetadas. Esto no quiere decir que mediante ellas haga prevalecer sus ideas. Hay que tener mucho cuidado cuándo y cómo se dicen”, advierte.
Lo cierto es que las lisuras nunca se escuchan bien vengan de quien vengan. Debemos limitarnos y utilizarlas como una expresión, pero no como un lenguaje.

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