jueves, 1 de octubre de 2015

Diario Trome.- Es un problema muy frecuente en los niños, pero muchas veces los padres no le dan la importancia debida. Julián Rodríguez, pediatra de la clínica ‘San Pablo’, explica que si estos parásitos no son eliminados, pueden alterar la absorción de nutrientes de manera que el niño irá perdiendo peso (desnutrición y anemia), lo que afectará su rendimiento académico. También puede generar irritabilidad, malhumor y agresividad.

¿CÓMO SE CONTAGIAN?
Los parásitos, como los oxiuros y la lombriz intestinal, se pueden transmitir a través de los alimentos o agua contaminada o por falta de higiene (los niños tienen el hábito de llevar sus manos sucias a la boca, facilitando el ingreso de huevecillos y larvas).
SÍNTOMAS
Picazón en el ano durante la noche y también en la nariz.
Falta de apetito.
Sueño y cansancio.
Náuseas y vómitos.
Dolor abdominal.
Rechinar de los dientes.
PREVENCIÓN
Inculcar en los chicos el lavado de manos con agua y jabón antes y después de ir al baño, así como antes de ingerir los alimentos.
Hervir el agua antes de beberla.
Usar cloro (o lejía) para desinfectar frutas y verduras, sobre todo aquellas que se consumirán crudas como la lechuga y las fresas.
Desinfectar el inodoro todos los días.
Mantener las uñas limpias y cortas.
Acudir el médico ante la presencia de algún síntoma mencionado.

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