miércoles, 2 de diciembre de 2015

Por: Mariela Luján
Diario Trome.- A pesar del acceso a la información que tenemos los peruanos, seguimos siendo prejuiciosos, estigmatizamos y discriminamos a quienes consideramos diferentes.

Sí, basta que alguien salga un poco de lo que convencionalmente es ‘normal’ para hacerlo a un lado y empujarlo a la nulidad. Lamentablemente, dentro de este grupo se encuentran los portadores del VIH, quienes además de sufrir el estrés por su salud, deben lidiar con la indiferencia, los insultos y muestras de desprecio de la gente.
Para Virginia Arroyo Guadalupe, psicóloga de Psicoemotiva, el mayor responsable de esto es la desinformación. “Las personas estigmatizamos porque no estamos informadas sobre esta enfermedad y los modos de contagio, y olvidamos que quien lo padece es un ser humano con derechos, los mismos que no se pierden por tener una infección”, afirma.
LA RAZÓN
Las personas discriminan a los portadores de VIH por dos motivos: Consideran que contrajeron este mal por un comportamiento sexual inapropiado y porque temen ser contagiados. Virginia Arroyo aclara que el modo cómo el enfermo adquirió la infección obedece a un motivo personal, que no está obligado a revelar, y que el miedo de contagio podría eliminarse con la información. 
“Este virus solo se transmite a través de las relaciones sexuales, la transfusión sanguínea y de madre a hijo. Si entendemos eso, sabremos que no necesitamos corrernos de los infectados, ni tener miedo de abrazarlos o besarlos porque no hay forma de que con ello afectemos nuestra salud”, aclara.

LAS CONSECUENCIAS
Rechazar a una persona seropositiva no tiene sentido. Con ello solo se logra afectar el autoestima del enfermo y su seguridad personal. Así, este tiende a sentir culpa, vergüenza y sentimiento de inferioridad, lo cual hace que se aleje de la vida social e incluso de sus tratamientos médicos.

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