domingo, 16 de octubre de 2016

Indignante. El Seguro Social pagó S/ 459.648,74 a la clínica La Luz por la atención a una paciente recién nacida que todo el tiempo estuvo hospitalizada entre el Loayza y el Hospital del Niño. Personal del Almenara también está involucrado.


Por : César Romero 

Diario La República.-  La salud se ha convertido, como decía el ex asesor presidencial Carlos Moreno, en una “mina de oro” para gente inescrupulosa que busca enriquecerse indebidamente con los fondos destinados por el Estadopara atender a las personas de menores recursos.

Las clínicas privadas cobran precios desorbitantes por los servicios que prestan a los asegurados, facturan por servicios que no dan o para los que no tienen los equipos médicos necesarios, ni las habitaciones mínimas. Todo un “negociazo”, como se jactaba Moreno.

Seguro Social de Salud

La Oficina de Control Interno de la red Almenara del Seguro Social de Salud y la Fiscalía Anticorrupción investigan a la conocida y televisiva clínica La Luz por cobrar al Estado 459.648,74 soles por una atención hospitalaria que no habría otorgado, es decir, por un ‘servicio fantasma’.
Esta historia comenzó en noviembre del 2011, cuando la clínica La Luz recién tenía un año y tres meses de operaciones. La Superintendencia de Aseguramiento en Salud (Sunasa) la había clasificado como establecimiento de categoría II-1, es decir, era una “Clínica Especializada en Cirugía Ambulatoria”, en tanto, la Dirección General de Salud V de Lima había constatado que no tenía una Unidad de Cuidados Intensivos.
Dos meses antes, el tres de septiembre del 2011, nació Yaritza en el hospital de San Juan de Lurigancho. Lamentablemente nació con problemas respiratorios, por lo que los médicos recomendaron su urgente traslado al hospital Guillermo Almenara Irigoyen, para que se le practique una traqueotomía.

¿Dónde estuvo la bebe?

El 10 de octubre del 2011, los médicos Irma Fidel Smoll, jefa del servicio de clínica pediátrica, y Jorge Amorós Castañeda, jefe del departamento de pediatría del Almenara, informaron que no había cupos para recibir a dicha paciente recién nacida.
Por tal motivo, Artidoro Santa Cruz, jefe de la oficina de administración del Almenara, expidió una primera carta de garantía para que, con autorización de los médicos de pediatría, “se practique la traqueotomía a la menor” en el hospital Loayza.
La bebe fue operada y permaneció 85 días en el hospital Loayza, cuando nuevamente se requirió su traslado al hospital Almenara. De nuevo, responden que no había camas y se emite una segunda carta de garantía.
“La paciente deberá continuar su internamiento en el hospital Loayza, salvo mejor parecer de vuestra gerencia de indicar su traslado a otro centro asistencial de alta resolución”, respondió el jefe de pediatría al gerente clínico del Almenara, el 22 de noviembre del 2011.
Con esa carta, el 28 de noviembre del 2011 la niña fue retirada del Loayza. El médico pediatra del Loayza José Salas Gonzales registró que la paciente estaba mejorando y que personal de la clínica La Luz llegó a las 20:00 horas para trasladarla con ventilador portátil.
En los siguientes días, el área administrativa del Loayza facturó los gastos realizados en la atención médica de la pequeña Yaritza. Así, el Almenara le pagó al Loayza 12.034,01 soles por la atención brindada a dicha bebe, el 12 de febrero del 2012.

En La oscuridad

Pero Yaritza nunca ingresó a la clínica La Luz. Hoy no existe ningún documento o informe médico que lo acredite. El 19 de mayo del 2015, Fermil Silva Cayatopa denunció ante la Policía que la historia clínica de Yaritza y otros documentos se habían perdido de la clínica en marzo del 2012.
Sin embargo, una auditoría realizada por la OCI de la red Almenara encontró diversos informes de enfermería de la Clínica del Hospital del Niño que revelan que Yaritza estuvo hospitalizada en dicho nosocomio desde el 28 de noviembre del 2011, esto es, desde el mismo día que salió del Loayza.
La jefa de la unidad de registros médicos de la Clínica del Hospital del Niño, Clorinda Flores Urbano, declaró a la Fiscalía que Yaritza ingresó a dicha clínica estatal el 28 de noviembre como Servicio Bajo Tarifario Diferenciado. Ese tarifario, explicó, asume costos de clínica privada, superiores al costo normal del Instituto Nacional del Niño.
Yaritza permaneció en la Clínica del Hospital del Niño al menos hasta mayo del 2012, cuando fue dada de alta. La historia clínica de Yaritza en el Hospital del Niño también desapareció por encanto.
Brenda Achiraico Orozco, del área de facturación del Servicio Bajo Tarifario Diferenciado, recuerda haber emitido la factura respectiva y recibir un cheque de pago, aunque no recuerda quién se lo entregó.
La Clínica del Hospital del Niño emitió dos facturas, una por 109.550,44 soles y otra por 5.376,63 soles por los servicios brindados a la referida paciente por 184 días. Este servicio fue cancelado con cheque emitido por la clínica La Luz, por un total de 114.927,07 soles por concepto de hospitalización, salas de operaciones y consumo de farmacia.
Si bien la historia clínica de Yaritza ha desaparecido, las facturas y cheques de pago no han desaparecido. El dinero nadie lo pierde.

Cobrando al Estado

En junio del 2012, la clínica La Luz reclamó a la red Almenara que cumpla con pagar las facturas Nº 000523 por 343.598,17 soles y Nº 000524 por 305.920,69 soles por el servicio médico otorgado a la pequeña Yaritza. En total, 649.518,86 soles.
El 27 de junio del 2012, Irma Fidel y Jorge Amorós, del servicio de pediatría del Almenara, respondieron al gerente clínico que no podían dar conformidad a dicho pago pues nunca se les informó que la niña fue trasladada del Loayza a la clínica La Luz.
El 14 de diciembre del 2012, el médico auditor del Almenara, Seminario Vásquez Silva, informó al jefe de tesorería y presupuesto que los costos cobrados por La Luz eran muy elevados y que, al revisar la historia clínica, se concluyó que había un perjuicio al Estado, al facturar costos muy elevados por las prestaciones médicas brindadas. Lo extraño es que pese a que supuestamente la historia clínica de Yaritza se había perdido en marzo del 2012, el 21 de noviembre de ese mismo año la clínica envió una copia al Almenara para sustentar los gastos.
Ante la oposición de los médicos del Almenara, el 4 de noviembre del 2012 La Luz emitió dos notas de crédito, una por 96.030 soles y otra por 93.840 soles, para descontar por el supuesto tratamiento otorgado a Yaritza, reduciendo la deuda a 459.648,74 soles.

Oposición de médicos

Sin embargo, pese a la oposición de los médicos, por no haberse autorizado el traslado médico de la menor a la clínica La Luz y establecerse que los costos eran muy elevados, la clínica cobró por el inexistente servicio prestado a Yaritza.
En febrero del 2013, el jefe de finanzas del Almenara, Moisés Luyo Tumes, y la jefa de administración, María del Carmen Navarro de Acosta, autorizaron el pago a La Luz de las dos facturas, una por 212.080,69 soles y otra por 247.568,17 soles.
Ello supone que si la atención médica real a Yaritza en el Hospital del Niño costó 114.927,07 soles, la clínica La Luz ingresó a su contabilidad 344.721,67 soles, solo por cobrar. El pago se autoriza, pese a que para ese momento, enero del 2013, había una opinión legal para que esta inicie la cobranza judicial o vía conciliación judicial.

Proceso

La Oficina de Control Interno de la red Almenara denunció ante la Fiscalía a Fermín Silva Cayatopa y David Reynaga Rojas, gerente general y representante legal de la clínica La Luz, por delitos de colusión y negociación incompatible. También fueron denunciados Artidoro Santa Cruz, Moisés Luyo Tumes y María del Carmen Navarro, del Almenara.

Se culpan entre médicos y administrativos

Ante la Fiscalía, los administradores y médicos del Almenara y La Luz se culpan mutuamente por lo sucedido. Los administradores dicen que ellos solo cobran o pagan, según corresponda, sin verificar si la atención se brindó, pues eso es responsabilidad de los médicos.
Los médicos responden que solo les interesa el bienestar del paciente y no se preocupan por el papeleo.
El gerente general de La Luz, Fermín Silva Cayatopa, declaró que no es su responsabilidad que la niña haya salido del hospital Loayza sin autorización médica.
"Este caso se presentó a los dos o tres meses que empezamos la clínica. Éramos nuevos entonces. El médico Ángel Florián, me imagino que por coordinaciones del director Luis Góngora y el administrador David Reynaga, concurrió al hospital Loayzay verificó el estado de salud de la niña".
"En esas circunstancias, Florián me llamó y me dijo que la niña se iba a morir, que tenía un problema en el esófago, entonces me sugirió que la conduzcamos al Instituto Nacional de Salud del Niño y luego cobremos al Estado por lo que íbamos a pagar al Instituto", afirmó Silva Cayatopa.

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