Alrededor de 300 mil personas en el Perú padecen un
trastorno severo como una psicosis o una esquizofrenia.
Salud en Casa.- En el Perú alrededor de 300 mil
personas padecen de un trastorno severo como una psicosis o una esquizofrenia,
según el Ministerio de Salud (MINSA). Esta enfermedad mental es crónica y puede
afectar todos los aspectos del funcionamiento psíquico, tales como el
pensamiento, la percepción, el lenguaje y la conducta. Por ello, es importante
un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno, para que el paciente no pierda
sus funcionalidades. La compañía farmacéutica Galenicum Health resume a
continuación cinco recomendaciones que se deben tener en cuenta para un
tratamiento adecuado de esta patología.
Diagnóstico temprano. Es
importante que la persona busque ayuda inmediatamente si por más de dos semanas
experimenta varios de los siguientes síntomas: sentimiento constante de que lo
están viendo, incapacidad de dormir o concentrarse, deterioro del estudio o del
trabajo, posiciones del cuerpo que son raras, respuestas irracionales hacia sus
seres queridos, cambio de personalidad, entre otros. Asimismo, el tratamiento
psicofarmacológico adecuado permite que los pacientes puedan reintegrarse a su
contexto social y retomar sus proyectos de vida.
Correlación entre inicio de los
síntomas y el primer tratamiento. El tiempo entre el inicio de los síntomas
psicóticos y el primer tratamiento se correlaciona con la rapidez de la
respuesta al tratamiento inicial y la calidad de la respuesta al tratamiento.
El principio de la medicación para la esquizofrenia se basa en intentar ajustar
los niveles de neurotransmisores en el cerebro, ya que estos son las que
trasmiten la información, y por ello, su disminución o aumento es determinante
en nuestro estado mental y para lograrlo la medicación consiste en
antipsicóticos, los cuales han avanzado mucho en los últimos años, teniendo en
la actualidad los de primera generación o típicos y los de segunda generación o
atípicos, como el aripiprazol. Estos últimos se han generado después de haberse
demostrado que además de la dopamina también actúan otros neurotransmisores.
Suspender el tratamiento solo
cuando un especialista lo indique. El tratamiento se debe cumplir según las
recomendaciones del especialista. Sin embargo, es común que los pacientes
abandonen el tratamiento por su propia decisión y no por una indicación médica.
Se debe tomar en cuenta que esta enfermedad requiere un tratamiento mínimo de
dos años, por lo que dejar la medicación antes de tiempo aumenta el riesgo de
sufrir una recaída, cuyas consecuencias pueden ser la falta de independencia,
pérdida de control, perdida de capacidades, entre otras. Además, la recaída es
frecuente si no se mantiene un correcto seguimiento y tratamiento médico, y las
alteraciones residuales pueden aumentar entre los episodios.
Tener una atención
psicoterapéutica a la par del tratamiento médico. Junto a la medicación se
recomienda iniciar un tratamiento psicoterapéutico, el cual siempre es
integral. Es decir, se realiza de manera global, combinando diferentes tipos de
tratamientos: el médico, en el cual la medicación es esencial, y las terapias
psicosociales. En este punto, hay que recalcar que la medicación en el
tratamiento de esquizofrenia es esencial para controlar y aliviar muchos de sus
síntomas y reducir el riesgo de nuevos brotes. Por otro lado, la atención
psicoterapéutica permite a los pacientes, desarrollar una vida autónoma
pudiendo asumir ciertas responsabilidades familiares y laborales.
Considerar las intervenciones
familiares. Las intervenciones familiares han demostrado su eficacia en la
disminución de recaídas psicóticas, en mejorar el clima familiar y el
funcionamiento social. Es importante recalcar que este tipo de intervención se
ofrece como parte de una estrategia global de tratamiento. No se pretende
sustituir el procedimiento habitual por la intervención familiar.
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