·De acuerdo con expertos, los
pacientes onco-hematológicos pueden sufrir impactos psicológicos como ansiedad
y depresión al ser diagnosticados
Salud en Casa.- La
medicina siempre ha sido conocida como una de las ciencias más humanizadas.
Por ello, pasa a ser cada vez más necesario reconocer esta dimensión en la
atención de los pacientes, principalmente cuando se trata de enfermedades crónicas
y que impactan la calidad de vida como es el cáncer. La relación
médico-paciente es fundamental en todo el proceso de las enfermedades debido a
que el rol del profesional médico va más allá del diagnóstico y tratamiento de
los pacientes. La mirada hacia el lado emocional puede ser una gran aliada en
el combate contra esta enfermedad.
En el caso
del Linfoma de Hodgkin (LH), un cáncer hematológico raro que incide
principalmente en la población entre 15 y 40 años,
la figura del médico es muy importante. Los pacientes más jóvenes y en edad
fértil, como muestra la incidencia en el caso de este linfoma, pueden tener aún
más dificultad en recibir la noticia. Y si se toma en cuenta que cerca del 70% de la población todavía no sabe qué son los linfomas, es comprensible que
inicialmente el diagnóstico sea aún más impactante.
Según los
especialistas, algunos estudios muestran el impacto emocional en los pacientes
al saber que tienen cáncer. Un estudio brasileño demostró que pacientes onco-hematológicos
presentaron un gran impacto psicológico al ser diagnosticados, con desarrollo
de ansiedad y depresión. Esto es una evidencia más de lo que se ve en los consultorios
sobre la necesidad de una mayor concientización sobre el cáncer.
El linfoma de
Hodgkin es un tipo de cáncer con una estimación de 328 nuevos casos anuales en el Perú y, por el número bajo de casos, el conocimiento
es aún más limitado: pocas personas
saben de sus altos índices de curación y mucho menos de los avances en el
progreso la cartera de tratamientos, como, por ejemplo, la llegada de la
terapia dirigida a órganos específicos en Perú.
Hoy en día, la tasa de remisión
llega hasta un 80%³ en las primeras líneas de tratamiento e incluso, el
otro 20% todavía tiene opciones prometedoras, a través del brentuximab
vedotina, principio activo de la terapia dirigida, entre otros tratamientos
disponibles.
La
humanización en la oncología es una realidad y se ha vuelto fundamental para
los pacientes, ya que el tratamiento tiene una carga alta tanto física como
psicológica. La responsabilidad del equipo médico sigue siendo el diálogo como una
herramienta esencial para complementar su labor profesional.
Para alcanzar a personas con LH, los médicos deben hablar al
respecto y compartir más información sobre las enfermedades. La proximidad y la
confianza que se crean entre el médico y el paciente oncológico es tal vez la
parte más bonita de esta área de la medicina.
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