miércoles, 30 de enero de 2019


  La falta de hidratación, la ingesta de alcohol, el sedentarismo y la falta de control en el tratamiento de enfermedades crónicas son factores de riesgo para desencadenar un desbalance de la temperatura corporal.  



Salud en Casa.- Los golpes de calor encabezan la lista de los trastornos de la salud más frecuentes en verano. Estos se caracterizan por un excesivo bochorno en el cuerpo asociado a la prolongada exposición a altas temperaturas. Si no se atiende oportunamente, puede causar daños en órganos como el cerebro, los riñones y el corazón, e incluso ocasionar la muerte.



En ese sentido, especialistas alertan que las personas con enfermedades cardiovasculares estás más expuestos a este desbalance

“Estos pacientes son más proclives a una disminución de la presión arterial. Además, en el verano hay un mayor riesgo de deshidratación por el aumento de la sudoración, lo que puede afectar el sistema circulatorio y generar desequilibrios en el mecanismo de regulación de la temperatura corporal”, señaló Rubén Azañero, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Nacional Dos de Mayo.

Al respecto, el especialista explica a la población con enfermedades crónicas como las del corazón cuáles son los síntomas de un golpe de calor y recomienda que, de presentarse, acudan inmediatamente al médico:

·         Temperatura corporal elevada. Es el signo principal de un golpe de calor.

·         Piel seca y enrojecida, a medida que aumenta la temperatura corporal. 

·         Aumento excesivo de la frecuencia cardiaca, debido al estrés por calor que demanda un sobreesfuerzo del corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.

·         Dolor o sensación de palpitación de la cabeza.

·         Respiración agitada y poco profunda.

·         Sensación de náuseas o vómito.

·         Estado mental confuso, con problemas de dicción.
·         Mareo o convulsiones.

Así mismo, el Dr. Azañero brinda algunas recomendaciones para prevenir un golpe de calor en esta temporada:

1.     Hidratación constante. El paciente debe tomar dos litros de agua al día, aunque no tenga sensación de sed. “Le ayudará a sudar y mantener la temperatura adecuada del cuerpo, otra excelente opción es elegir una dieta rica en verduras frescas y frutas con alto contenido de agua, así como evitar la ingesta de alcohol”, puntualiza.

2.     Exposición solar. El especialista aconseja evitar exponerse al sol entre el mediodía y tres de la tarde, además de usar ropa holgada que permita la ventilación del cuerpo.


3.     Actividad física.  De igual modo, sí se realiza alguna actividad física al aire libre, debe proteger la cabeza con una gorra y lentes. Así mismo, es importante seguir las pautas del médico para no sobreexigir al cuerpo por exceso de ejercicio.

4.     Tratamiento controlado. El experto señala que el control médico es vital para ajustar las dosis de su tratamiento durante estos meses. “El paciente con una patología cardiaca debe seguir las indicaciones del médico tratante, si toma medicamentos. De esa manera, no afectará la capacidad del cuerpo para permanecer hidratado y disipar el calor”, expresó el experto.


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