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Para la tercera
edad, se recomienda mantener controles regulares con el médico endocrinólogo,
cardiólogo y geriatra, para verificar la función renal y del corazón.
Salud en Casa.- En el
Perú, la diabetes es la tercera causa de defunción, y el 25% de estas muertes se
presenta en adultos mayores de 60 años, quienes están más expuestos a presentar graves
complicaciones derivadas de una falta de control de la enfermedad, señalan los expertos.
La
Dra. Romyna La Rosa, médico endocrinóloga del Instituto Nacional de
Enfermedades Neoplásicas (INEN), explica que los síntomas en este grupo de
personas no son tan evidentes como en el resto de la población. “Algunos
pacientes pueden presentar al inicio disminución de peso, pérdida de masa
muscular, deshidratación y deterioro de la conciencia. Síntomas que pueden ser
confundidos con otras dolencias propias de su edad”.
Por
ello, la experta señala la importancia de un diagnóstico y control médico oportuno.
“Una diabetes mal controlada en el adulto mayor tiene el
doble de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares
como infartos cardiacos, derrames cerebrales, así como problemas renales, pérdida
de visión y problemas vasculares que acaban con la amputación de extremidades
en el paciente”, manifestó La Rosa.
En
ese sentido, la especialista brinda algunas recomendaciones para el manejo de
la diabetes en el adulto mayor:
1. Control de la presión
arterial y colesterol. Para pacientes
de la tercera edad, la especialista recomienda mantener la presión arterial
menor a 130/90mmHgn grados, así como el uso de estatinas para el control del colesterol.
Esto por la estrecha relación entre la diabetes y las enfermedades
cardiovasculares, debido al daño en las arterias y los vasos sanguíneos. Los
adultos con diabetes son casi dos veces más propensos a morir de problemas del
corazón o ataques cerebrales que las personas que no tienen la condición.
2. Asistencia médica
y familiar continua. “El adulto mayor
con diabetes debe mantener controles regulares con el médico endocrinólogo,
cardiólogo y geriatra, para verificar la función renal y del corazón. De igual
modo, para la administración adecuada de la insulina de segunda generación, que
tienen un comportamiento en el organismo más estable y predecible, y riesgo de
hipoglicemia baja. Estas dos características son importantes en esta población sensible.
Para ello, es importante también el soporte familiar que ayude al paciente a cumplir
los horarios y dosis del tratamiento”, expresó La Rosa.
3. Alimentación
balanceada e individual. Se recomienda una
alimentación variada y rica en proteínas, verduras, frutas, y la disminución
del consumo de sal. Esta debe ser personalizada para cada paciente. Según la edad,
estilo de vida y las otras condiciones médicas preexistentes.
4. Revisiones
médicas complementarias. Para la tercera
edad, los adultos deben contar con revisiones médicas para prevenir posibles complicaciones
como la retinopatía, nefropatía y problemas como el pie diabético. Finalmente,
es importante además visitar a un oftalmólogo para el descarte de glaucoma y
cataratas que también son más frecuentes en esta población vulnerable.
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