“Mi cuerpo habla lo que callo”, a través de la
Psicosomática, o también conocida como bioneuroemoción o biodescodificación,
que surge como un nuevo postulado para entender el origen de las enfermedades.
Salud en Casa.- Escuchar la frase
“me he enfermado” es una frase que esconde una verdad que necesita salir a la
luz, según la pisco-bioterapeuta y presidente de la Asociación Latinoamericana
de Psicosomática Clínica y Humanista, Mary Cruz Jiménez, para abordar el tema:
“Mi cuerpo habla lo que callo”, a través de la Psicosomática, o también
conocida como bioneuroemoción o biodescodificación.
La llamada“Nueva
Medicina”, según la especialista es una teoría formulada por el médico alemán,
Ryke Geerd Hamer, en 1981. Quien propuso que la enfermedad no es más que una
solución biológica de supervivencia que el cuerpo pone en marcha como respuesta
a un shock traumático que tiene como características el ser un hecho:
dramático, inesperado, que se vive en
soledad y sin aparente solución. Y que,
según la naturaleza del conflicto (sea afectivo, sexual, familiar, etc.)
impacta en una u otra área del cerebro provocando una ruptura del campo
electrofisiológico o electromagnético que, por consecuencia, altera el órgano
que esa parte del cerebro regula.
Por tanto, toda
enfermedad física, nos habla de nuestra salud emocional, puesto que se activa
la trilogía: psique, cerebro y cuerpo. “Entonces,
la enfermedad surge para comunicarnos la existencia de un conflicto oculto, que
ha rebasado nuestro límite de tolerancia individual y, a través del proceso
inconsciente de conversión, transforma la problemática psíquica en síntoma. Puesto
que, cada órgano del cuerpo quiere satisfacer necesidades primarias como atrapar
aire, generar alimento, proteger territorio, valoración, etc. Por tanto, si el
cuerpo tiene sed y no consigue agua en un plazo razonable, porque estás
perdido, se produce un bio-shock y es ahí donde nace el conflicto”, explica
la presidente de la Asociación Latinoamericana de Psicosomática Clínica y
Humanista.
Por tanto, según la
experta, la enfermedad tiene un sentido, un propósito, que nos invita a traer a
flote nuestras más profundas emociones, y en esa sensación o recuerdo de lo que
activó o pudo haber suscitado esa situación de bio-shock, la misma que nos
invita a entender los cambios que debemos de realizar en nuestra vida para
liberarnos y alcanzar el bienestar, explica Mary Cruz Jiménez.
Por tanto, la
enfermedad “me habla de mí”, cuando encuentro la relación entre el clima
emocional vivido previo a la enfermedad y la aparición de esta. Pero también,
una enfermedad “me habla de mi familia”, cuando un mismo evento se repite en
diferentes generaciones anteriores porque tenemos una carga genética que
resolver.
“La
enfermedad me está mostrando, aquella emoción que hemos callado por miedo,
vergüenza o sufrimiento reprimido porque los hechos ocurridos han sido muy
dolorosos, y si los mantenemos en el consciente, corremos el riesgo de perder
la cordura. El olvido, es un acto de protección que realiza nuestro
inconsciente para nuestra supervivencia y tenemos la extraña creencia de que en
cuanto menos hablemos del asunto, haremos de cuenta que no ocurrió o que no
ocurrirá. Por ejemplo, una violación, robo, enfermedad mental, asma, asesinato,
incesto, infidelidad, etc.
Por ejemplo, el
asma según la especialista en psicosomática nos habla de conflictos emocionales
que tienen que ver con el territorio en el que se vive. Si demasiada gente vive
en casa se genera una esa sensación de ahogo. También cuando se vive en un
ambiente de peleas constantes o mala comunicación en el mismo espacio que uno.
Entonces el toser es una respuesta primitiva de ahuyentar, ante el miedo a la
invasión del territorio, cuando sentimos que el enemigo vive con nosotros o con
la llegada de una nueva persona a la familia.
Así pues, cada
órgano dañado responde a un sentimiento preciso y tiene una relación directa
con las emociones, creencias y los pensamientos o programas que hemos adquirido
o heredado también desde nuestro clan familiar. Y esto nos lleva a una toma de
consciencia diferente de la que teníamos, previa a la enfermedad y, por lo
tanto, a tomar acciones en dirección a la recuperación de la salud, explica la
psico-bioterapeuta, Mary Cruz Jiménez.
¿Qué hacer al detectar el origen de mi enfermedad?
Hay dos fases para
la recuperación del equilibrio de nuestro organismo, explica Cruz Jiménez: una
es autónoma y la otra es voluntaria. Al descubrir el conflicto que degeneró en
enfermedad se pone en marcha el mecanismo inconsciente y autónomo de la
homeóstasis; nuestro organismo encuentra su equilibrio porque la causa del
estrés desapareció. De manera voluntaria, es realizar cambios en nuestra manera
de pensar, nuestras creencias, nuestro comportamiento, nuestra manera de
abordar nuestra vida, nuestra manera de relacionarnos, etc. De lo contrario,
podríamos tener una recidiva (recaída).
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