martes, 14 de mayo de 2019


“Mi cuerpo habla lo que callo”, a través de la Psicosomática, o también conocida como bioneuroemoción o biodescodificación, que surge como un nuevo postulado para entender el origen de las enfermedades.




Salud en Casa.- Escuchar la frase “me he enfermado” es una frase que esconde una verdad que necesita salir a la luz, según la pisco-bioterapeuta y presidente de la Asociación Latinoamericana de Psicosomática Clínica y Humanista, Mary Cruz Jiménez, para abordar el tema: “Mi cuerpo habla lo que callo”, a través de la Psicosomática, o también conocida como bioneuroemoción o biodescodificación.


La llamada“Nueva Medicina”, según la especialista es una teoría formulada por el médico alemán, Ryke Geerd Hamer, en 1981. Quien propuso que la enfermedad no es más que una solución biológica de supervivencia que el cuerpo pone en marcha como respuesta a un shock traumático que tiene como características el ser un hecho: dramático,  inesperado, que se vive en soledad y sin aparente solución. Y  que, según la naturaleza del conflicto (sea afectivo, sexual, familiar, etc.) impacta en una u otra área del cerebro provocando una ruptura del campo electrofisiológico o electromagnético que, por consecuencia, altera el órgano que esa parte del cerebro regula.

Por tanto, toda enfermedad física, nos habla de nuestra salud emocional, puesto que se activa la trilogía: psique, cerebro y cuerpo. “Entonces, la enfermedad surge para comunicarnos la existencia de un conflicto oculto, que ha rebasado nuestro límite de tolerancia individual y, a través del proceso inconsciente de conversión, transforma la problemática psíquica en síntoma. Puesto que, cada órgano del cuerpo quiere satisfacer necesidades primarias como atrapar aire, generar alimento, proteger territorio, valoración, etc. Por tanto, si el cuerpo tiene sed y no consigue agua en un plazo razonable, porque estás perdido, se produce un bio-shock y es ahí donde nace el conflicto”, explica la presidente de la Asociación Latinoamericana de Psicosomática Clínica y Humanista.

Por tanto, según la experta, la enfermedad tiene un sentido, un propósito, que nos invita a traer a flote nuestras más profundas emociones, y en esa sensación o recuerdo de lo que activó o pudo haber suscitado esa situación de bio-shock, la misma que nos invita a entender los cambios que debemos de realizar en nuestra vida para liberarnos y alcanzar el bienestar, explica Mary Cruz Jiménez.

Por tanto, la enfermedad “me habla de mí”, cuando encuentro la relación entre el clima emocional vivido previo a la enfermedad y la aparición de esta. Pero también, una enfermedad “me habla de mi familia”, cuando un mismo evento se repite en diferentes generaciones anteriores porque tenemos una carga genética que resolver.

 La enfermedad me está mostrando, aquella emoción que hemos callado por miedo, vergüenza o sufrimiento reprimido porque los hechos ocurridos han sido muy dolorosos, y si los mantenemos en el consciente, corremos el riesgo de perder la cordura. El olvido, es un acto de protección que realiza nuestro inconsciente para nuestra supervivencia y tenemos la extraña creencia de que en cuanto menos hablemos del asunto, haremos de cuenta que no ocurrió o que no ocurrirá. Por ejemplo, una violación, robo, enfermedad mental, asma, asesinato, incesto, infidelidad, etc.

Por ejemplo, el asma según la especialista en psicosomática nos habla de conflictos emocionales que tienen que ver con el territorio en el que se vive. Si demasiada gente vive en casa se genera una esa sensación de ahogo. También cuando se vive en un ambiente de peleas constantes o mala comunicación en el mismo espacio que uno. Entonces el toser es una respuesta primitiva de ahuyentar, ante el miedo a la invasión del territorio, cuando sentimos que el enemigo vive con nosotros o con la llegada de una nueva persona a la familia.

Así pues, cada órgano dañado responde a un sentimiento preciso y tiene una relación directa con las emociones, creencias y los pensamientos o programas que hemos adquirido o heredado también desde nuestro clan familiar. Y esto nos lleva a una toma de consciencia diferente de la que teníamos, previa a la enfermedad y, por lo tanto, a tomar acciones en dirección a la recuperación de la salud, explica la psico-bioterapeuta, Mary Cruz Jiménez.

¿Qué hacer al detectar el origen de mi enfermedad?
Hay dos fases para la recuperación del equilibrio de nuestro organismo, explica Cruz Jiménez: una es autónoma y la otra es voluntaria. Al descubrir el conflicto que degeneró en enfermedad se pone en marcha el mecanismo inconsciente y autónomo de la homeóstasis; nuestro organismo encuentra su equilibrio porque la causa del estrés desapareció. De manera voluntaria, es realizar cambios en nuestra manera de pensar, nuestras creencias, nuestro comportamiento, nuestra manera de abordar nuestra vida, nuestra manera de relacionarnos, etc. De lo contrario, podríamos tener una recidiva (recaída).

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