lunes, 13 de mayo de 2019


Estudio realizado en jóvenes universitarios (18-26 años) demuestra que la calidad del sueño está directamente relacionada con la disminución del apetito sexual.


Salud en Casa.- El sueño -sin lugar a dudas- es un factor determinante de bienestar físico y psicológico en toda persona. La mala calidad de este, afecta a distintos procesos cognitivos como, por ejemplo, la atención y la concentración. Sin embargo, estudios realizados en Latinoamérica demuestran que los adultos jóvenes que tienen una mala calidad de sueño, presentan -además- problemas de disfunción eréctil.



El Dr. José Antonio Grandez Urbina, urólogo de Lima del Mar, reveló que existe una prevalencia de 28.89% de disfunción eréctil en adultos jóvenes peruanos y una significativa asociación entre esta y el índice de calidad del sueño.


También señaló que para dicho estudio, se identificaron tres aspectos básicos que determinan la óptima calidad del sueño: la duración, la continuidad y la profundidad del mismo.


53% de las personas incluidas en el estudio reportaron sensación de estrés y ansiedad durante los últimos 6 meses, de los cuales 43% presentó algún grado de disfunción eréctil.


“Nuestro estudio sugiere que es necesario prestar atención al estado psicológico de las personas que presentan síntomas de disfunción eréctil, con el fin de tener, a tiempo, un diagnóstico para que puedan acudir al tratamiento pertinente con la debida anticipación”, señaló el Dr. Grandez Urbina. “Hay que tomar conciencia de la importancia del sueño en la vida diaria no sólo para tener un buen desempeño laboral, sino para tener una buena calidad de vida sexual”, añadió.


Cabe señalar, que el estudio no ha encontrado casos de disfunción eréctil severa en este grupo representativo de adultos jóvenes universitarios, pero sí un 1.1% de disfunción moderada y un 27.78% de disfunción eréctil leve, lo que lleva a los especialistas a determinar que mientras más vulnerables sean las personas a tener una disminución en la calidad del sueño, esta influye en la aparición de una leve disfunción eréctil que, de no acudir a un especialista oportunamente, podría acarrear más de un inconveniente en un futuro inmediato.

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