Salud en Casa.- En Perú, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (MINSA), más de 3 millones de personas padecen de enfermedad renal crónica (ERC), conocida también como insuficiencia renal crónica.
Los
especialistas definen esta patología como la pérdida gradual de la función de
los riñones, órganos encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido
mediante la orina y que, además, ayudan a controlar la presión arterial y a producir
hormonas en el cuerpo.
La ERC tiene
cinco fases: las dos primeras están consideradas como leves, la tercera como moderada
y las últimas dos entran en la categoría de grave y terminal. En etapas
iniciales, esta patología no muestra señales, pues los síntomas ─como náuseas,
vómitos, disminución de la cantidad de orina, pérdida de apetito, entre otros─ se
manifiestan en etapas avanzadas o cuando la función renal está seriamente
afectada.
El médico nefrólogo y presidente de la Sociedad Peruana de Nefrología, Anibal
Zambrano, afirma que los pacientes que se encuentran en la última fase deben
optar por una terapia de reemplazo renal (TRR). “En la actualidad los tres
principales tratamientos para esta etapa son hemodiálisis crónica, diálisis
peritoneal y trasplante renal. Si bien el trasplante es el ideal para las
personas afectadas, en la actualidad es el que menos se aplica por la falta de
donantes en el país”, agrega.
El especialista señala que se debe tener especial cuidado con los riñones
para prevenir esta patología. “Padecer ERC implica no solo hacer un cambio en
el plan alimenticio, sino en toda la rutina diaria, ya que, para mantener la
salud del paciente se debe llevar un tratamiento de hemodiálisis, el cual
consiste en asistir a un centro para realizar el proceso de purificación de la
sangre, en promedio, tres veces por semana”, añade.
Así mismo, esta
patología puede surgir como consecuencia de otras enfermedades como diabetes
tipo 1 o 2, presión arterial alta, infecciones y cálculos renales, lupus, etc.,
las cuales agravan el estado del paciente.
“Por este motivo, es muy importante que los pacientes con estas condiciones
sean derivados al nefrólogo para que puedan diagnosticar y tratar la enfermedad
de manera oportuna”, comenta el Dr. Zambrano.
El especialista
indica que esta patología trae complicaciones que van desde la más leve, como
la retención de líquido, hasta la más severa como la muerte del paciente. Entre
las principales se pueden destacar:
Retención de líquido, lo que puede causar hinchazón en los brazos y
piernas.
Aumento en los niveles de potasio en
la sangre, alterando el funcionamiento
del corazón.
Cambios en la vida diaria, ya
que los pacientes deben acudir aproximadamente 12 horas diarias a un centro de
diálisis.
Daño irreversible en los riñones, que implica recibir diálisis de por vida o un
trasplante renal.
Disminución del deseo sexual,
disfunción eréctil o reducción de la fertilidad.
Fallecimiento del paciente, por
la acumulación de desechos y de líquidos en el organismo.
De acuerdo
con el Dr. Zambrano, hoy en día es posible retrasar la necesidad de ingresar a
un programa de reemplazo renal con tratamientos específicos y con una correcta
alimentación. “Posponer el ingreso del paciente a la hemodiálisis, por ejemplo,
permite prolongar su calidad de vida, al mantener el equilibro nutricional y disminuir
los desechos en la sangre”, puntualiza.
Ante esta problemática el especialista en nefrología resalta que el mejor
tratamiento es la prevención y, en ese sentido, recomienda visitar al médico y
realizarse con exámenes preventivos correspondientes para, de esta manera,
evitar complicaciones que afecten la calidad de vida de las personas.
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