jueves, 12 de marzo de 2020

En etapas iniciales, esta enfermedad no muestra señales, sin embargo, los síntomas se manifiestan en estadios avanzados o cuando la función renal está seriamente afectada.


Salud en Casa.- En Perú, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (MINSA), más de 3 millones de personas padecen de enfermedad renal crónica (ERC), conocida también como insuficiencia renal crónica.



Los especialistas definen esta patología como la pérdida gradual de la función de los riñones, órganos encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido mediante la orina y que, además, ayudan a controlar la presión arterial y a producir hormonas en el cuerpo.


La ERC tiene cinco fases: las dos primeras están consideradas como leves, la tercera como moderada y las últimas dos entran en la categoría de grave y terminal. En etapas iniciales, esta patología no muestra señales, pues los síntomas ─como náuseas, vómitos, disminución de la cantidad de orina, pérdida de apetito, entre otros─ se manifiestan en etapas avanzadas o cuando la función renal está seriamente afectada.

El médico nefrólogo y presidente de la Sociedad Peruana de Nefrología, Anibal Zambrano, afirma que los pacientes que se encuentran en la última fase deben optar por una terapia de reemplazo renal (TRR). “En la actualidad los tres principales tratamientos para esta etapa son hemodiálisis crónica, diálisis peritoneal y trasplante renal. Si bien el trasplante es el ideal para las personas afectadas, en la actualidad es el que menos se aplica por la falta de donantes en el país”, agrega.





El especialista señala que se debe tener especial cuidado con los riñones para prevenir esta patología. “Padecer ERC implica no solo hacer un cambio en el plan alimenticio, sino en toda la rutina diaria, ya que, para mantener la salud del paciente se debe llevar un tratamiento de hemodiálisis, el cual consiste en asistir a un centro para realizar el proceso de purificación de la sangre, en promedio, tres veces por semana”, añade.


Así mismo, esta patología puede surgir como consecuencia de otras enfermedades como diabetes tipo 1 o 2, presión arterial alta, infecciones y cálculos renales, lupus, etc., las cuales agravan el estado del paciente. “Por este motivo, es muy importante que los pacientes con estas condiciones sean derivados al nefrólogo para que puedan diagnosticar y tratar la enfermedad de manera oportuna”, comenta el Dr. Zambrano.


El especialista indica que esta patología trae complicaciones que van desde la más leve, como la retención de líquido, hasta la más severa como la muerte del paciente. Entre las principales se pueden destacar:


        Retención de líquido, lo que puede causar hinchazón en los brazos y piernas.

        Aumento en los niveles de potasio en la sangre, alterando el funcionamiento del corazón.

     Cambios en la vida diaria, ya que los pacientes deben acudir aproximadamente 12 horas diarias a un centro de diálisis.

     Daño irreversible en los riñones, que implica recibir diálisis de por vida o un trasplante renal.

     Disminución del deseo sexual, disfunción eréctil o reducción de la fertilidad.

   Fallecimiento del paciente, por la acumulación de desechos y de líquidos en el organismo.


De acuerdo con el Dr. Zambrano, hoy en día es posible retrasar la necesidad de ingresar a un programa de reemplazo renal con tratamientos específicos y con una correcta alimentación. “Posponer el ingreso del paciente a la hemodiálisis, por ejemplo, permite prolongar su calidad de vida, al mantener el equilibro nutricional y disminuir los desechos en la sangre”, puntualiza.


Ante esta problemática el especialista en nefrología resalta que el mejor tratamiento es la prevención y, en ese sentido, recomienda visitar al médico y realizarse con exámenes preventivos correspondientes para, de esta manera, evitar complicaciones que afecten la calidad de vida de las personas.



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