Actualmente el desarrollo de la energía nuclear en el Perú podría resumirse en dos palabras “está trunco”.
Salud en Casa.- El Centro Nuclear Oscar Miro quesada de la Guerra (RACSO), fue inaugurado en 1989 y a la fecha representa la mayor inversión realizada por el Estado, nada menos que 150 millones de dólares contantes y sonantes para ciencia y tecnología. Quienes tuvimos el honor de ser parte de este importante proyecto y además hemos seguido de cerca el desarrollo nuclear nacional, conocemos del gran potencial que tiene el Centro Nuclear.
De acuerdo al físico nuclear Rolando Paucar Jauregui el centro se encuentra ubicado en el distrito de Carabayllo e instalado en un terreno de 125 hectáreas de las cuales 16 corresponden específicamente al Centro Nuclear donde se alberga al reactor de investigación RP10, laboratorios y la planta de producción de radioisótopos. Esta costosa infraestructura científico-tecnológica es administrada por el Instituto Peruano Energía Nuclear, Instituto Público de Investigación (IPIs) que corresponde a la cartera de Energía y Minas.
“Pocos saben que en pleno gobierno militar el juego geopolítico de la región ameritó un estratégico desarrollo nuclear es así que países como Argentina, Brasil potenciaron su desarrollo nuclear y el Perú no se quedó atrás pues tenía viva la amenaza siempre latente de un vecino Chile”. Sostiene.
De acuerdo al físico nuclear Rolando Paucar , el desarrollo nuclear ha estado signado por varios períodos que van desde su apogeo en los años 80 a la posterior moratoria mundial que tuvo un significativo impacto aquí en el Perú en los 90. El primer quinquenio de este siglo, por ejemplo, dirigió sus investigaciones a estudios de camélidos, olfato electrónico para el pisco y sobre descontaminación de agua con luz solar; por nombrar algunos. Mientras tanto, su rol en el campo de la Energía fue desapareciendo paulatinamente.
Para el experto, actualmente el desarrollo de la energía nuclear en el Perú podría resumirse en dos palabras “está trunco”. Pese a la gran inversión nunca hubo una real convicción de sacarle partido a tanta infraestructura y por ende las subsecuentes gestiones institucionales del IPEN han estado teñidas por el fracaso institucional. Evidentemente parte de este fracaso está ligado a la poca capacidad de previsión de los actores políticos frente a los potenciales desafíos del desarrollo nuclear.
“Me centraba en el caso del Centro Nuclear de Huarangal porque es un claro ejemplo de lo que no debe hacerse en ciencia y tecnología. Sin políticas claras y sin compromiso del Estado cualquier inversión se va al tacho. Es por ello que considerar la posibilidad de convertir el centro nuclear en un parque tecnológico y de innovación en donde no solo se investigue sino también se articule esa investigación en el sector productivo podría resultar interesante”
Según Rolando Paucar Sin ir muy lejos nuestro vecino Chile tiene un centro de Investigaciones Estratégicas de la Minería (CIEM-UC) y un Centro de Estudios del Cobre. El Perú es líder en minería de cobre y además contamos con reservas de uranio y litio, minerales estratégicos que nuestros vecinos, Chile y Bolivia toman especial atención”, agregó.
“Necesitamos acciones legislativas claras y precisas con respecto a la ciencia, tecnología e innovación. Es claro que detrás de una acción legislativa hay intereses políticos, sociales, económicos, ambientales y de toda índole, pero dado que el pueblo se gobierna a través de sus instituciones es importante tomar en cuenta que debe existir una relación entre el interés nacional y el marco regulatorio. Si tenemos identificadas las variables que inciden en las amenazas emergentes como pandemias como la que estamos viviendo con el Covid 19 y el cambio climático con todo lo que trae de cola, entonces nos queda tomar acción”, agregó.
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