- Según un reciente informe, a mayor vegetación en una zona es menor el riesgo de un ataque cerebrovascular (ACV).
Salud en Casa.- De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, si se tiene mayor vegetación en un ambiente hay menor el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular (ACV). Se analizaron los registros de más de 249,000 personas del condado de Miami-Dade (Estados Unidos) y se encontró que el riesgo de un infarto cerebral disminuía en 20% en las personas que vivían en zonas más verdes comparado con los pacientes que viven en lugares sin vegetación.
Asimismo, otro informe realizado en Roma-Italia observó que existe una relación proporcional entre el índice de áreas verdes y la incidencia de ataques cerebrovasculares. Además, identificó que existe una menor mortalidad por eventos cardiacos o cerebrovasculares por causas no accidentales. Coincidiendo que a mayor área verde menores eventos cerebrovasculares.
A su vez, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 7 millones de personas mueran cada año por la exposición al aire contaminado. Hecho que podría desencadenar diversas enfermedades como los accidentes cerebrovasculares, afección que para finales del 2019 era considerada en el Perú la primera causa de discapacidad permanente en adultos.
Pero ¿Qué es un ACV? “Un ataque cerebrovascular o también conocido infarto cerebral se ocasiona cuando el flujo de sangre hacia el cerebro se interrumpe por el bloqueo de un coágulo o trombo. Este suceso ocasiona que parte del cerebro no reciba sangre y tampoco oxígeno produciendo un daño irreversible si no se trata de inmediato”, precisó el Dr. Danny Barrientos, médico neurólogo del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas.
Es fundamental mencionar que el no estar en un ambiente con áreas verdes no es la única condición que acelera la aparición de un ataque cerebrovascular. Existen aspectos también importantes como el padecer patologías crónicas previas (diabetes e hipertensión), tener antecedentes cardiovasculares y de ACV y sin duda contar con familiares que hayan presentado esta condición. Además, el tener una mala alimentación, no hacer ejercicio y fumar o tomar bebidas alcohólicas lo hace más propenso a un posible infarto cerebral.
El especialista también recomienda tomar en consideración la reciente información por parte de los investigadores de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami para apoyar la inclusión de mayores zonas verdes en el Perú. De esta manera no solo mejoraremos la salud y calidad de vida de la población sino también será un beneficio para el medio ambiente.
Por otro lado, en el caso de que se presenten algunos síntomas del ACV como caída de la cara, pérdida de fuerza en brazos o piernas, problemas repentinos para el habla y dolor de cabeza intenso, se sugiere acudir de inmediato a la emergencia de un centro hospitalario antes de las 4.5 horas. Si se actúa con velocidad se pueden reducir las secuelas de esta enfermedad.
Finalmente, otro punto importante de destacar es que la propagación del COVID-19 ha generado que hoy en día se puedan evaluar casos de pacientes con ACV de manera remota gracias a la telemedicina. Con ello, los pacientes pueden ser diagnosticados y tratados en regiones más remotas.
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