En el Perú, se estima que la Enfermedad Inflamatoria
Intestinal afecta a 5 de cada 10 mil personas.
Salud en Casa.- Dolor abdominal, pérdida de peso, fiebre, diarrea y fatiga son algunos de los síntomas que los pacientes con la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) pueden presentar por más de un año antes de ser adecuadamente diagnosticados. La EII es una patología crónica que engloba dos enfermedades: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Ambas afectan el tracto digestivo y causan una inflamación crónica en el intestino.
El Dr. Guillermo Otoya, presidente de la Sociedad de Gastroenterología de Perú y miembro de la Organización Panamericana de Crohn y Colitis (PANCCO), indica que la EII tiene gran impacto sobre la calidad de vida de los pacientes, tanto física como emocionalmente, por lo cual el diagnóstico temprano juega un rol fundamental en el control de la enfermedad. Señala, además, que en el país se estima que 5 personas en 10 mil sufren de EII y afecta principalmente a pacientes entre 20 y 40 años.
“La
importancia del diagnóstico temprano y del tratamiento adecuado dentro de los
primeros 2 años es que el paciente tiene menos probabilidades de presentar complicaciones
severas como estrechez del intestino, anemia crónica por sangrado en el tubo
digestivo, lesiones en la piel y fístulas o conexiones anormales de órganos en
el caso de enfermedad de Crohn”.
Así mismo, es importante resaltar que los pacientes con EII son más propensos a desarrollar ansiedad, depresión y problemas de integración social, debido a las situaciones de incomodidad que pueden experimentar por la progresión y los síntomas propios de la enfermedad.
El
especialista menciona que la EII no tiene cura pero que existen tratamientos que
disminuyen los síntomas, la inflamación crónica y mejoran significativamente la
calidad de vida, permitiendo que las personas se reincorporen a sus funciones
laborales y a su vida familiar o social.
“En casos
de crisis frecuentes con síntomas y activación de la enfermedad se puede
brindar tratamiento con inmunosupresores por vía oral y/o terapia biológica a
largo plazo. Gracias a ello, se logra estabilizar los síntomas del paciente de
manera gradual según la severidad de la enfermedad”.
Finalmente, el Dr. Otoya comparte 4 actividades esenciales para pacientes con EII que contribuyen a un adecuado control de la enfermedad:
1.
Tener una nutrición saludable evitando alimentos
procesados o envasados.
2.
Controlar el estrés y hacer ejercicio regularmente.
3.
No fumar.
4.
Acudir regularmente a un especialista y mantener su
tratamiento.
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