sábado, 28 de enero de 2023

 

  • La Lic. Angela Aguirre, docente del programa Podología Clínica y Estética, de Educación Continua en el Instituto Carrión, brinda cinco recomendaciones para evitar lesiones, infecciones y heridas en nuestros pies.



Salud e
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 Casa.- El verano es la época del año en la cual nuestra forma de vestir cambia, las altas temperaturas nos llevan a descubrirnos estando más expuestos al sol, por lo que es importante proteger toda nuestra piel, incluida la de nuestros pies, que por mucho tiempo estuvieron cubiertos por medias o zapatos cerrados y ahora quedan expuestos a diferentes factores que pueden perjudicar su salud.



 

“El calor, andar descalzos en lugares públicos, el uso inadecuado de sandalias, la sudoración excesiva o una higiene incorrecta puede traer consigo un deterioro de la salud podológica. Lamentablemente, las infecciones son muy frecuentes durante esta época, ya que las personas por desconocimiento suelen caminar descalzos en piscinas, playas o baños públicos contrayendo hongos, virus o bacterias” afirma la Lic. Angela Aguirre, docente del programa Podología Clínica y Estética, de Educación Continua en el Instituto Carrión.



 

Asimismo, brinda cinco recomendaciones para cuidar nuestros pies y evitar cualquier complicación que se pueda presentar durante el verano.







 

  1. Utiliza bloqueador solar. Cuando vamos a la playa, piscina o usamos sandalias, la piel de nuestro pie queda expuesta al sol, por lo que es necesario aplicarnos bloqueador en dicha zona. Se recomienda aplicar también en la planta del pie, ya que cuando estamos boca abajo tomando sol esta parte del pie queda expuesta a la radiación.

 

  1. Aplícate crema hidratante en la noche. Una buena hidratación evitará que nuestros pies y talones se vean agrietados y descuidados. Se recomienda aplicar la crema de noche, ya que de día favorece la humedad y eso podría generar complicaciones.  Es importante adquirir una crema que sea específicamente para el pie, de preferencia una a base de urea y lanolina, porque la piel de nuestro pie es distinta a otras partes del cuerpo.

 

  1. Elige un buen calzado. El calzado adecuado es aquel que evite la transpiración como las sandalias, pero estas deben tener una sujeción y una suela de preferencia de goma flexible y antideslizante con un grosor aproximado de 2 o 3 centímetros. Cuando la suela es muy delgada, aumenta la tensión en la fascia plantar y esto podría condicionar a otras complicaciones como tensión a nivel del tendón calcáneo y los músculos de la pierna. Si por motivos de trabajo es obligatorio utilizar un calzado cerrado entonces se recomienda utilizar medias de algodón.

 

  1. Cuida tu higiene. Los hongos suelen desarrollarse en zonas húmedas, por lo que es importante secar muy bien los pies, sobre todo entre los dedos y las uñas. Asimismo, esto evitará la aparición de grietas en la piel.

 

  1. Evita aplicarte talcos en polvo. Favorecen la resequedad de piel y por ende infecciones. El podólogo puede recomendarte talcos en crema que te van a ayudar a controlar la sudoración, el mal olor y lo mejor de todo, van a mantener tú piel hidratada.

 

  1. Acudir al podólogo. De esta manera vamos a prevenir complicaciones a nivel del pie. En verano, los especialistas solemos aplicar mascarillas para regenerar e hidratar la piel dañada por el calor. Cuando es solo por un control, sería ideal 1 vez al mes para trabajar en la prevención cutánea y de las uñas. Por otro lado, si se encuentra en un tratamiento por alguna afección, deberá visitar a un especialista semanalmente o cada 15 días para obtener mejores resultados.

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