domingo, 22 de enero de 2023


Salud en Casa.- 
La enfermedad celíaca es un proceso inflamatorio que daña el revestimiento del intestino delgado y se puede definir como la intolerancia permanente al gluten, que es un conjunto de proteínas de pequeño tamaño. Esta sustancia se encuentra en diversos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Debido a esta enfermedad, se produce una alteración del intestino delgado que desencadena un trastorno en la absorción de los nutrientes.


David León, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), explica que “cuando las personas celiacas ingieren alimentos con gluten, su sistema inmunitario responde produciendo daño en la mucosa del intestino delgado. Dicha alteración conlleva a diversos tipos de malnutrición como la pérdida de peso, anemia inexplicable, dolor abdominal recurrente, flatulencias, calambres musculares y cansancio”.

En este sentido, el especialista propone las siguientes recomendaciones para las personas que sufren este tipo de patología:



Cuidar la alimentación. Existen diversos alimentos naturales sin gluten que pueden formar parte de una dieta saludable para las personas con esta enfermedad. Entre ellos se encuentran las frutas, verduras, menestras, semillas, frutos secos en su forma natural, huevos, carnes magras, pescados, carnes de aves y lácteos bajos en grasas.



Revisar las etiquetas de los alimentos manufacturados. La mayoría de este tipo de productos contiene gluten.  Antes de consumirlos, es importante revisar el etiquetado. Algunos de los que pueden contener esta sustancia en su elaboración son los condimentos, los aromas, la levadura, los cereales, la harina, la fibra, la sémola, las proteínas y la malta.



Evitar los alimentos preparados. Los productos elaborados de manera artesanal, que no poseen etiquetado, pueden contener o haber estado en contacto con ingredientes que tiene gluten, por lo que lo mejor es evitar este tipo de alimentos, si no se conoce con certeza la preparación de los mismos.



Tener precaución con la alimentación fuera de casa. Al comer en un restaurante es importante preguntar si la opción que se va a seleccionar tiene algún ingrediente con gluten y cuál ha sido el proceso de manipulación, ya que no debería entrar en contacto con ingredientes que lo contengan.



Recibir asesoría nutricional. Cuando se padece esta enfermedad, una buena alternativa es acudir al nutricionista para que pueda dar las pautas y una dieta balanceada en la que se incluyan todos los nutrientes que necesita el organismo, sin incluir alimentos con gluten.



Verificar el contenido de los medicamentos. En el contenido de diversos fármacos se puede incluir gluten, harinas, almidones u otros derivados, por lo que es importante poder estar atento también a este punto.



Finalmente, el docente de la UTP precisa que “si no hay existencia de ninguna patología asociada al gluten, no es necesario evitar consumir alimentos que lo contienen. Mantenerlo en la dieta no tiene ninguna consecuencia negativa para la salud”.

 

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