- Utilizar mochilas que no excedan el 10% del peso corporal del menor ayudará a evitar lesiones en el futuro como la cifosis o la escoliosis.
Salud en Casa.- El inicio de las clases presenciales es un hecho y un factor clave que pasa muchas veces desapercibido es el uso correcto de las mochilas en los estudiantes, lo que podría llevar a una mala postura y en el futuro a producir lesiones como la cifosis o la escoliosis.
“Lo ideal es que los menores usen ambas correas o tirantes en los hombros y que las ajusten bien, importante que se cuente con una correa en la cintura para lograr una mejor distribución del peso teniendo en cuenta que la mochila siempre debe estar pegada al cuerpo. Si es una mochila con ruedas, evitar arrastrarla, esto ayudará a que el tronco del menor no se incline y los hombros no se desvíen hacia un lado”, comenta Giancarlo Becerra, director de la carrera de Terapia Física de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Es por ello que el especialista comparte algunos tips para no afectar la espalda de tu hijo y lograr una postura óptima:
Peso de la mochila: Evitar de manera prioritaria, que el peso de la mochila exceda en más del 10% del peso corporal del niño, es decir si tu hijo pesa 40 kilos, el máximo peso de la carga debería ser de 4 Kilos. A pesar de que actualmente se establece el peso de entre 10% a 15%, es mejor que sea el mínimo para cuidar de la salud del menor.
Distribución del peso dentro de la mochila: Es sumamente necesario que los objetos más pesados, como libros gruesos, se coloquen próximos al cuerpo del niño. También se recomienda no poner todo el peso en el compartimiento principal, se debe colocar el peso en los diversos espacios para equilibrar el peso general.
Estos podrían ser los efectos por usar de manera incorrecta la mochila:
- Corto plazo
- Con material inadecuado, podría acarrear problemas dérmicos debido al sudor corporal, ya sea en espalda u hombros, en la espalda por material sintético y en los hombros por correas muy anchas.
- Sobrecarga muscular: Si la mochila es muy grande, el peso está desproporcionado y/o presentan malos hábitos al cargarla, los niños gastan más energía de lo común a nivel muscular, haciendo que ciertos grupos musculares trabajen más que otros, esto es más notorio en estudiantes más grandes o adolescentes.
- Mediano y largo plazo: Además de un mal funcionamiento de la musculatura, se genera a mediano y largo plazo una programación muscular inadecuada trayendo consigo mayor carga a las articulaciones y estructuras aledañas, como tendones, fascia, cartílago, entre otros.
- Si usa la mochila en uno de los hombros: Se podría generar una escoliosis hacia el lado de la utilización de la mochila, es decir, si siempre usa la mochila en el hombro derecho, se podría ocasionar una escoliosis derecha. La escoliosis es la inclinación a un lado de la columna, percibiéndose como una inclinación de la espalda.
Además de traer consigo una mala postura, pudiendo afectar también al cuello (dolor cervical), espalda baja (lumbalgia) y problemas en los hombros y los codos.
- Si utiliza una mochila muy grande: Va a inclinar el tronco hacia adelante, trayendo consigo la clásica jorobita (“cifosis” en palabras técnicas) que con el tiempo podría ir aumentando, además haciendo que el cuello se incline hacia adelante, trayendo consigo dolor de cuello, mandíbula, espalda superior, media y baja, hombros y pecho.
¿Qué puedo hacer si mi hijo tiene una mala postura?
“Siempre es mejor prevenir, así como se acude anualmente a chequeos de salud, sería importante acudir a un profesional de terapia física para evaluar la función musculoesquelética, siendo algunos puntos visibles nuestra postura, marcha, etc.”, sostiene el especialista.
Es importante entender que estamos saliendo de un estado de confinamiento, donde se mermaron muchas actividades físicas y sociales, las cuales son de vital importancia para el desarrollo del menor. El terapeuta físico es el encargado de valorar la postura y funcionalidad de los niños.
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