Enfermedades hepáticas y biliares: ¿Cuándo es necesaria una cirugía?

 ·       Reconocer señales de alerta como ictericia, dolor abdominal persistente o alteración en las pruebas hepáticas preventivas anuales puede marcar la diferencia para recibir un diagnóstico temprano y prevenir complicaciones graves.

Salud en Casa.- Las enfermedades que afectan el hígado y las vías biliares pueden evolucionar silenciosamente y causar consecuencias importantes si no se detectan a tiempo. Identificar síntomas como dolor abdominal persistente, ictericia o pérdida del peso o apetito es fundamental para recibir atención oportuna.

“El diagnóstico temprano y los controles médicos regulares son esenciales para evitar que estas enfermedades avancen al punto de requerir cirugía. Además, mantener un estilo de vida saludable juega un rol fundamental en la prevención”, explica el Dr. Félix Carrasco, cirujano hepato-pancreato-biliar y de trasplantes de la Clínica Anglo Americana.

El médico comparte algunas señales de alerta a considerar para lograr un diagnóstico temprano:

·       Dolor abdominal persistente, especialmente en el lado derecho del abdomen.

·       Ictericia, que se manifiesta como un tono amarillento en los ojos o la piel.

·       Cambios digestivos, como náuseas, vómitos frecuentes o pérdida de peso o del apetito.

·       Alteración en las pruebas hepáticas preventivas anuales.

Cuando las enfermedades hepáticas o biliares requieren cirugía, los avances tecnológicos hacen posible realizar procedimientos más seguros y menos invasivos. “El avance de tecnologías como la cirugía laparoscópica y la realidad virtual nos permite realizar procedimientos menos invasivos, con una recuperación más rápida y segura para nuestros pacientes”, añade el Dr. Carrasco.

Entre los principales beneficios de la cirugía laparoscópica se encuentran la reducción del riesgo de infecciones, la presencia de cicatrices mínimas y una recuperación más rápida y confortable para el paciente.

Si experimentas alguno de estos síntomas o tienes dudas sobre tu salud hepática o biliar, acudir a un especialista puede ayudarte a identificar posibles problemas y actuar a tiempo. La detección temprana y los controles regulares son tus mejores aliados para mantener una buena salud y prevenir complicaciones innecesarias.