jueves, 16 de enero de 2025

 

  • Se recomienda un consumo promedio de entre 2 y 3 litros de agua al día para un adulto sano




Salud e
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 Casa.- El verano trae consigo altas temperaturas y un aumento en la pérdida de líquidos debido a la sudoración, lo que hace que la hidratación se convierta en una prioridad para el cuidado de la salud. Mantener una hidratación adecuada no solo ayuda a regular la temperatura corporal, sino también a prevenir problemas de salud como la deshidratación, que puede manifestarse con fatiga, mareos y dolores de cabeza.

 


“En esta época del año, es fundamental escuchar a nuestro cuerpo y anticiparnos a las necesidades de hidratación. No debemos esperar a sentir sed, ya que este es un indicador tardío de deshidratación. Es importante incorporar hábitos de consumo regular de agua a lo largo del día para mantenernos saludables”, explica la licenciada Magaly Millones, coordinadora de la carrera de Nutrición del Instituto Carrión.


 

A pesar de su importancia, muchas personas desconocen cuánta agua necesitan beber y cómo mantener un equilibrio adecuado. La licenciada Millones enfatiza que la hidratación también puede lograrse mediante una dieta rica en alimentos con alto contenido de agua, lo que contribuye a cubrir las necesidades diarias. Por ello, la especialista nos brinda algunas recomendaciones:



 

  1. Beber suficiente agua diariamente, incluso antes de sentir sed: se recomienda un consumo promedio de entre 2 y 3 litros de agua al día para un adulto sano. Esta cantidad puede variar según el peso, la actividad física y el clima.
  2. Consumir alimentos ricos en agua: incorporar frutas como sandía, melón y naranjas, y vegetales como pepino y apio, aporta hidratación y también nutrientes esenciales.
  3. Evitar el exceso de bebidas con cafeína y alcohol: estas sustancias tienen un efecto diurético que puede aumentar la pérdida de líquidos.
  4. Usar bebidas isotónicas (rehidratantes) en actividades físicas intensas: estas bebidas ayudan a reponer electrólitos perdidos por la sudoración, especialmente en deportes o jornadas prolongadas al aire libre.
  5. Estar atento a las señales de deshidratación: Boca seca, piel fría, fatiga y orina oscura son algunos de los signos que indican que el cuerpo necesita más líquidos.


El cuidado de la hidratación es especialmente importante en niños, adultos mayores, deportistas y mujeres embarazadas o lactantes, quienes tienen mayores necesidades de líquidos. En estas poblaciones, una hidratación adecuada puede prevenir complicaciones graves y garantizar el buen funcionamiento del organismo.


 

Finalmente, la licenciada Magaly Millones recuerda que el agua es la mejor opción para hidratarse y que mantener un consumo constante durante el día es clave para disfrutar del verano sin riesgos para la salud. “En el Instituto Carrión buscamos promover hábitos saludables que contribuyan al bienestar de las personas. La hidratación es uno de ellos, y el verano es el momento perfecto para reforzar su importancia”, concluye.

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