Salud en Casa.- La preeclampsia es una de las principales causas de mortalidad materna durante el embarazo. En Perú, los trastornos hipertensivos del embarazo, parto y puerperio representaron el 17.9% de las muertes maternas en 2024, según el Ministerio de Salud, convirtiéndose en la segunda causa más frecuente.
Este
trastorno puede aparecer desde la semana 20 de gestación y extenderse hasta
seis semanas después del parto. Se caracteriza por presión arterial elevada y
proteínas en la orina, y en casos graves puede generar complicaciones como
convulsiones, daño a órganos vitales o parto prematuro. También pone en riesgo
el desarrollo del bebé.
“Se
trata de una condición silenciosa y potencialmente mortal, tanto para la madre
como para el bebé. Lo más preocupante es que muchas veces no presenta síntomas
visibles hasta que la situación ya es grave”, advierte la Dra. Melissa
Montesinos, Subgerente de Salud y Bienestar de Pacífico Salud.
Entre
los signos de alerta más comunes se encuentran: dolor de cabeza intenso,
zumbido de oídos, visión borrosa o visión de luces, dolor abdominal en la parte
superior del estómago, náuseas, vómitos e hinchazón de manos o pies.
“Es
fundamental realizar controles prenatales regulares para identificar factores
de riesgo y actuar a tiempo. Es ahí donde podemos identificar factores de
riesgo y actuar a tiempo. Esa es la diferencia entre un embarazo saludable y
una situación crítica”, señala la especialista.
Los
principales factores de riesgo incluyen antecedentes personales o familiares de
preeclampsia, hipertensión crónica, el primer embarazo, embarazos múltiples,
obesidad y edades maternas extremas, tanto en mujeres muy jóvenes como en
aquellas mayores de 35 años.
Por
ello, para prevenir esta condición, la Dra. Montesinos de Pacífico Salud brinda
los siguientes consejos para reducir el riesgo de desarrollar preeclampsia:
●
Realizar
controles prenatales desde el inicio del embarazo: Estos chequeos
permiten identificar factores de riesgo a tiempo y monitorear signos tempranos
de hipertensión o daño en órganos. El control médico constante es la mejor
herramienta para prevenir complicaciones.
●
Medir
regularmente la presión arterial: La hipertensión puede pasar
desapercibida si no se controla con frecuencia. Monitorearla, incluso en casa
con tensiómetros digitales, ayuda a detectar alteraciones a tiempo y evitar que
el cuadro evolucione.
●
Consultar
al médico ante cualquier síntoma o duda: Síntomas como dolor de
cabeza intenso, visión borrosa o hinchazón no deben minimizarse. Acudir a un
especialista permite actuar antes de que se presenten complicaciones graves.
“La
detección temprana y el seguimiento constante pueden marcar la diferencia entre
un embarazo sin complicaciones y una situación crítica. Como profesionales de
la salud, nuestro deber es acompañar a las gestantes con información clara y
orientación médica que priorice siempre el bienestar tanto de la madre como del
bebé”, concluye la Dra. Melissa Montesinos.
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