Salud en Casa.- Los sismos registrados en la capital han puesto en evidencia la fragilidad de algunas edificaciones, pero ¿qué hay de lo que no se puede ver? Más allá de las grietas en muros o techos, los movimientos telúricos también pueden afectar el cableado eléctrico.
Como señala Fernando Yupanqui, jefe de Ingeniería de Producto de CELSA, conductores eléctricos, "durante un sismo, los sistemas eléctricos sufren más de lo que se ve. Pequeños desplazamientos pueden aflojar conexiones internas o dañar protecciones sin que haya señales evidentes. Un conductor dañado o una conexión forzada quizá pasen desapercibidos y, sin embargo, representan un riesgo real de cortocircuito o incendio”.
En este sentido, una revisión oportuna puede marcar la diferencia, por lo que el especialista menciona siete aspectos a revisar cuando pase el temblor:
1. Verifica el estado del tablero eléctrico. Un golpe estructural o vibración intensa puede aflojar las llaves termomagnéticas o dañar los conductores internos. Revisa que las protecciones estén bien fijadas, sin signos de quemaduras, deformaciones o calor excesivo. Si alguna llave saltó sola, no la prendas sin antes investigar el motivo.
2. Revisa si hay olor a quemado o ruidos anómalos. Un olor a plástico derretido, chispas o zumbidos después del sismo pueden indicar un problema oculto. Aunque parezca menor, puede deberse a falsos contactos que generan calor por fricción eléctrica. No lo ignores: corta la energía del área y llama a un técnico.
3. Inspecciona los puntos críticos donde se hacen empalmes. Los empalmes mal hechos pueden soltarse o quedar parcialmente desconectados con el movimiento. Estos puntos suelen estar detrás de tomacorrientes, luminarias o falsos techos. Una revisión con multímetro o buscapolos ayuda a detectar fallas antes de que generen arcos eléctricos.
4. Comprueba que no haya cables aplastados o tensionados por muebles. Durante un sismo, refrigeradoras o armarios pueden moverse y presionar cables enchufados o extensiones. Esto puede dañar el aislamiento o cortar los conductores internos. Desconecta, revisa y reorganiza el mobiliario para liberar la instalación eléctrica.
5. Evalúa si hay filtración de agua cerca de enchufes o tableros. Fugas de agua en techos, paredes o cañerías rotas pueden llegar a puntos eléctricos sin que lo notes de inmediato. La combinación de humedad y electricidad es altamente peligrosa. Si hay sospecha, corta la energía en esa zona hasta tener una inspección profesional.
6. Desconecta aparatos sensibles si se esperan réplicas. Equipos como televisores, routers, computadoras o cargadores deben desconectarse si se anticipan nuevas réplicas. Un sismo puede provocar rupturas del cableado y en consecuencia, picos de tensión que dañen circuitos electrónicos. Además, es preferible tener menos dispositivos conectados si ocurre un segundo movimiento.
7. No repares si no tienes formación. Si detectas daños o anomalías, no improvises una solución. Toma fotos del problema, anota lo que observaste y llama a un electricista certificado. Manipular instalaciones sin conocimiento solo agrava el riesgo, incluso si todo parece funcionar.
Un sismo puede dejar daños que no sean visibles y comprometer la seguridad eléctrica del hogar. Realizar una revisión básica y actuar con precaución puede evitar accidentes graves.
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