“No soy la que te prohíbe el pan” – Reflexiones de una nutricionista en su día

Salud en Casa.- Este 6 de agosto celebramos el Día del Nutricionista Peruano. Y aunque muchos piensan que somos "los que te quitan el arroz", "los que te hacen sufrir con la lechuga" o los que arruinan la parrillada, déjame decirte que no es así. Al menos, no en mi consulta.

Soy Mayra Garay, nutricionista, y sí, me dedico a algo más que contar calorías. Trabajo con familias reales, con mamás que intentan alimentar a sus hijos sin pelearse en cada bocado, con adolescentes que se enfrentan a la presión del cuerpo perfecto, con pacientes que han pasado por cirugías bariátricas y tienen más dudas que recetas, y con niños neurodivergentes para quienes el “solo come” no es una opción.

Mi enfoque es claro: sin prohibiciones, sin culpa, y sin planes fotocopiados. No creo en las dietas de moda, ni en que el cuerpo se arregla castigándolo. Acompaño a cada paciente desde la empatía, el respeto y sobre todo, la personalización. Porque no hay menú único que sirva para todos: cada cuerpo tiene su historia, su costumbre, su cultura… ¡y su gusto por el arroz con huevo!

En mi día a día como nutricionista:

Hago más contención emocional que cálculo de proteínas.

Aplaudo cuando una mamá logra que su hija neurodivergente acepte una nueva textura.

Enseño que comer bien no es comer perfecto, sino comer con conciencia, flexibilidad y sin miedo.

Y sí, también actualizo planes, doy charlas en empresas, y me enfrento a mitos como: “la fruta engorda de noche” (¡spoiler: no!).

Ser nutricionista en Perú implica mucho más que dar una dieta: implica romper estigmas, acompañar procesos personales, y construir una nueva forma de relacionarnos con la comida.

Así que si hoy piensas en un nutricionista, no imagines a alguien con cara de “no puedes”, sino a una profesional que quiere que disfrutes, que te sientas bien en tu cuerpo, y que entiendas que la salud no se mide solo en la balanza.

Porque comer rico, saludable y sin miedo sí es posible… incluso con chicharrón los domingos.

¡Feliz Día a mis colegas que luchan contra la cultura de la culpa, un plato a la vez!