La dieta balanceada significa no comer demasiado de un solo grupo de alimentos.
Por: Maritza Llanos V.
Sigue estos consejos
– Alimentos ricos en hierro (hígado, sangrecita, bazo, cañihua, kiwicha, lentejas, espinaca) para mantener los niveles de hemoglobina altos y evitar la anemia.
– Incluir en la dieta los ácidos grasos como el omega 3, ingrediente esencial para el desarrollo del sistena nervioso y el cerebro. Los encuentras en los pescados como la anchoveta, sardina, atún y bonito.
– Consumir ácido fólico (vitamina B9) que está de forma natural en las espinacas, lechuga, brócoli, espárragos, acelgas, entre otros vegetales de hojas verdes oscuras.
No obstante, también puedes ayudarte con los multivitamínicos.
– Beber al menos ocho vasos de agua al día y otros líquidos como los jugos de frutas. Lo ideal es que sean con poca azúcar o sin ella.
– Comer cinco frutas al día, las cuales aportan vitaminas A, C, D y minerales. Los frutos secos y los cereales aportan fibra, previniendo el estreñimiento.
– Limitar el consumo de alimentos grasosos y los dulces, ya que no aportan mucho al desarrollo del bebé, solo hacen que ganes peso.
– No fumes y no consumas alcohol y café.
Toma en cuenta que toda embarazada debe asistir a sus controles para ver su peso, mantener una alimentación sana y variada, además de tomar bastante líquido.
¿Estás con sobrepeso?
Debes evitar consumir dulces (galletas, chocolates, postres) y grasas (snacks, frituras). Además, debes limitar el consumo de ciertos alimentos ricos en grasa como la palta, frutos secos, entre otros, pero bajo la supervisión de un nuticionista.
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