Lamentablemente en nuestra sociedad existe cierta
estigmatización, no los debe de tratar
de retrasados, y una actitud de desprecio y marginación no ayuda, y esto afecta al niño o niña.
Salud en Casa.- En nuestra sociedad existe aún temor y rechazo por aquellos
niños que poseen Síndrome de Down debido que muchos padres no saben cómo abordar
esa situación y se asustan por el cambio que puede producir en sus vidas,
indicó la psicoterapeuta del Portal Salud en Casa, Eva Caballero Jiménez.
“Se sienten desesperados y temen no saber cuidar bien de su
hijo, angustiados y desorientados. Les invade un sentimiento de pérdida,
culpabilidad y miedo, esto se debe a que
todos los padres están preparados para tener hijos sanos saludables
llenos de vida y es lo que le piden a Dios, y lo hacen por un temor
inconsciente de que algo les pueda salir como no estaba esperado”.
Según la especialista es básico que los padres se informen y busquen
el apoyo de varios especialistas como el médico pediatra, profesoras,
tecnólogos médicos en terapia de lenguaje, labor de terapia, (formación de un oficio), y
psicólogos, ya que estos profesionales ayudarán de manera positiva a este niño.
“Debemos de ser pacientes y tolerantes ya que tendrán un ritmo de desarrollo
determinado, el cual podría ser más lento que el resto, dependiendo el nivel de
discapacidad física o mental que tenga el menor”.
“Hay que tener en cuenta que un niño de esta condición
necesita lo mismo que cualquier otro, es decir jugar, compartir con los que
están alrededor de el o ella, mostrándole afecto ya que si no lo hacen podrían
mostrar problemas psicológicos como el resto de los niños, ya que estos son
bastante sensibles. Estos pequeños con
habilidades diferentes además de ir a la escuela regular con el resto pueden
continuar con estudios superiores e insertarse al sector laboral”.
De acuerdo a Eva Caballero hay que hacer entender a los demás
que ellos son tan capaces de realizar muchas actividades como aquellos no
discapacitados. Ellols tienen una personalidad propia, con un ritmo de
desarrollo determinado, con un futuro de posibilidades diversas, con una
particularidad propia pero parecida a todas las familias. “Un niño con Síndrome
Down necesita lo mismo que cualquier
otro niño que jueguen con él, que lo quieran, que lo protejan”.
“Es hora que
validemos nuestras
diferencias y generemos espacios de
oportunidades para que estos niños se desarrollen partiendo de una base en la que somos en
esencia iguales. Desde el minuto en que nacemos tenemos un espacio ganado en la
tierra, por derecho humano y todo humano tiene derecho a desarrollarse, ser educado,
trabajar y ser autónomo”.
Lamentablemente en nuestra sociedad existe cierta estigmatización,
no los debe de tratar de retrasados, y
una actitud de desprecio y marginación no ayuda, y esto afecta al niño o niña. Asimismo los
padres de familia tienen que ayudar a su
hijo con síndrome de Down a superarse y probarle ante los demás que también son
seres tan humanos como todos, que sienten, que padecen, que sufren, que tiene
todas las emociones a flor de piel y que están ávidos de amor afecto y
comprensión.
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